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Spain Spain · Barcelona
Gilbert rating:
3
Drama Ion is apparently a normal guy. He gets up in the morning, has breakfast, sorts his things, meets his lawyers. One night he meets a girl at a party. They spend the night together at her flat. His life follows its course uneventfully. A phone call in a phone box; a meeting with a friend; small, unimportant everyday situations. One day he gets into a car with another two people. They drive across the border to France. They spend the night ... [+]
Language of the review:
  • es
October 11, 2011
28 of 35 users found this review helpful
Esto de filmar la vida de las serpientes, con episodio depredador incluido, tras un cristal lo vemos desde Félix Rodríguez de la Fuente. Así que no entiendo tantas alharacas.

Que Rosales tenga una actitud honrada me la suda. Nunca he entendido este epíteto en las críticas cinematográficas. Yo también cuando voy al excusado lo hago honradamente, sin trucos ni artificio, y lo que produzco no son precisamente obras de arte.

Que refleje la realidad me la refanfinfla. No sé qué demonios ha de tener en común el cine con la realidad. Luego en una discusión sobre algo real de verdad te viene el típico menda y te suelta lo de "pues yo lo vi en una película...", y uno se queda a cuadros con la confusión mental que produce el cine en algunas personas.

Que abra nuevos caminos me importa un comino. Si el camino no es de mi gusto no lo voy a sobrevalorar porque sea nuevo. Y además en este caso me repatea que se experimente con pólvora del Rey. Porque muchos patrocinios de organismos públicos, o sea mi dinero, he visto en los títulos de crédito iniciales. Los experimentos con tu pasta Rosales.

Que tenga un discurso amoral sencillamente no me lo creo. Entre otras cosas porque lo único amoral es el no discurso, la no postura, la no película finalmente. Rosales rebaja a los terroristas a la condición de animales, esa es su postura moral y cristalina.

Pero Rosales evoluciona como todo bicho viviente. En su anterior ladrillazo nos coló unos diálogos anodinos, cotidianos y como la vida misma dirían sus admiradores. Ahora ha tenido la gentileza de suprimirlos, lo cual es de agradecer porque hace el filme más descansado. Como los documentales de la 2, vamos. Que podías hacer varias cosas al mismo tiempo que no te pierdes detalle, que si la serpiente ataca al ratón (o al txarruka en este caso), o si el toro finalmente se dignaba a levantar el culo del pasto para ir de una puñetera vez a por la vaca.

En fin, otro docu sobre bichejos que se olvida fácilmente. Si es que son todos iguales.
Gilbert
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