Es una secuela que recoge muy bien los elementos que engrandecieron a la primera entrega, convirtiéndola en la saga paródica perfecta de aquellas adaptaciones infantiles de príncipes y princesas, es decir, Disney en su multitud. Su humor y su sentido de la aventura son herramientas muy potentes para un guion que se supera así misma y acentúa su originalidad, componiendo una buena dosis de entretenimiento.

Pertenece esta cinta una de las películas de animación más importantes del cine y huelga decir que es la más importante que ha producido Dreamworks. Una de las cosas más importantes es que, aunque parodie y adapte desde su sátira la naturaleza de los cuentos de los hermanos Grimm, elabora una crítica hacia conceptos de lo establecido en torno al amor, el concepto de mujer y la puntualizada perspectiva de la condición laboral como importante factor de socialización y a su vez perpetuadora de la simbología sexual y amorosa.

Sus referencias a "El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo" (Peter Jackson, 2001) "Alien: El octavo pasajero" (Ridley Scott, 1979) y "Misión: Imposible" (Brian de Palma, 1996) son formas de emplear la imaginación y la versatilidad al desarrollar escenas convencionales en el cine de aventuras, lo que hace que el guion gane en calidad y en innovación.

"Shrek 2" (Adamson, Asbury, Vernom; 2004) es la consolidación de que estas dos películas en la saga predilecta de DreamWorks es un clásico imprescindible en el cine de aventuras medieval y para la historia del cine de animación.