Acercamiento al mundo de los super héroes según la idiosincrasia del país transalpino. Un delincuente de poca monta que vive apartado del mundo se ve expuesto a unos residuos tóxicos que, en lugar de matarlo, le confieren super fuerza. Que con este inicio no hayan hecho una comedia absoluta no tiene perdón.

Te deja un poco descolocado que la película esté abordada más como un drama social que como una parodia o una pantomima. Vale, los italianos también tienen derecho a hacer cine serio, pero este "Jeeg Robot" rezuma demasiada amargura, pedía a gritos un tono más sarcástico. No son suficientes algunos diálogos o escenas que, claramente, buscan ridiculizar a los personajes y los tópicos que encarnan. En seguida se viene a la mente "Kick Ass" pero no, esto está en otra liga, la de "Super" o "Defendor" pasado por el tamiz del neo realismo social italiano contemporáneo, podríamos decir.

Aunque admitamos que como película de súper héroes cumple con cierta consistencia los tiempos en este tipo de cine: los orígenes del héroe, el doloroso trance de la transformación (¿alguien más pensó en el primer Spiderman de Sam Raimi?) y la toma de conciencia de su nueva condición. Al mismo tiempo, se dibuja la personalidad del que será su oponente (una especie de mix entre el Joker y Al Bano), lo que nos lleva a pensar el "El Protegido" de Shyamalan.

Si le hubieran rebajado la carga de solemnidad y le hubieran metido algo más de retranca, que de esto los italianos saben, estaríamos ante un producto mucho más disfrutable. En cambio, se hace larga, lenta por momentos, y su protagonista principal exaspera por su inexpresividad. Porca miseria.