Sé que es una absurdez y una película muy mediocre, pero siempre les hallé gracia y me reí con las comedias de Dan Aykroyd. Y en esta ocasión me agradó por su originalidad; después de todo, los marcianos, o de donde sean estos “cráneos aconados”, también deben tener su corazoncito. Y al igual que en “Los Picapiedra” se nos muestra la vida cotidiana de una familia media norteamericana, sólo que todos sus avanzados, y también cotidianos, enseres son como éstos serían en la edad de piedra, en “Los Caraconos” vemos a una pareja de inmigrantes tratando de abrirse paso hacia el sueño americano e integrarse en su anodina y prospera sociedad para vivir sus mismas complicaciones familiares, sólo que con cabezas de estatura mayor a la media continental, dos filas de afilados dientes superiores, partos con muchísimo dolor y una forma peculiar de denominar a los objetos, alimentos, animales, plantas, seres humanos (cráneos planos) y funciones naturales…

La primera media hora creo que la encontraran entretenida, aunque reconozco que comienza a hacerse aburrida según avanza y por desgracia se diluye en la reiteración como una “americanada” más…

Sé que verdaderamente su humor es bastante pueril, pero a veces conviene adentrarse, o retornar, aunque nunca demasiado, a las vacuidades de la ingenuidad…

Tiene segundas lecturas, cómo una soterrada crítica a las leyes de inmigración, exaltación de los valores familiares, parodia y a la vez halago al modo de vida americano, por ejemplo. Pero si es eso lo que busca, esta película seguramente le defraudará. Sin embargo si sólo quiere echarle una mirada infantil, quizá no pueda evitar una sonrisa…

Sinopsis (más o menos…)

Mirad los “Caraconos” ved que monos
con su cráneo alargado y puntiagudo,
pero a veces resulta peliagudo,
pasar por ciertas puertas con sus conos…

Por eso con colores a dos tonos,
pusieron autoescuela –ved lo agudo
que resuena este chiste macanudo–,
pusieron autoescuela por los conos…

De muy lejos a América han venido,
donde al fin encontraron un futuro,
pero no tienen el visa; expedido.

Y perseguidos son por el más duro
mega-agente de aduanas, que es seguido
por un pelota ingrato, trepa y oscuro…