La primera reseña de esta película ya dice mucho y claro sobre ella.
Las interpretaciones son deslumbrantes:
Edmond O'Brien. "Grupo salvaje" "Al rojo vivo" "Julio César" "1984" "El gran impostor"
Fredric March. "Los mejores años de nuestra vida" "La herencia del viento" "El hombre del traje gris" "Dr. Jekill and Mr. Hyde." "Un hombre" "En mitad de la noche".
Kirk Douglas. "Senderos de gloria" "Espartaco" "El ídolo de barro" "Cautivos del mal" "El gran carnaval"
Burt Lancaster. "La venganza de Ulzana" "Atlantic city" "El hombre de Alcatraz" "Los jovenes salvajes" "El abrazo de la muerte"
Martin Balsam. "Psicosis" "12 hombres sin piedad" "El cabo del terror" "Desayuno con diamantes" "La ley del silencio"
Ava Gardner. "Mogambo" "La condesa descalza" "La noche de la iguana" "Forajidos" "Odio y orgullo" "Las nieves del Kilimanjaro"
Menciono solo 5 o 6 películas de cada uno para vislumbrar una ligera estela de la cantidad de grandes películas y fascinantes interpretaciones que nos han deparado estos monstruos de la interpretación, devoradores de la pantalla.

Volviendo a la película, que decir del guión, es un mecanismo sincronizado sin fisuras como una bomba de neutrones con diálogos ágiles, concisos y con eco, muchas veces.

La forma de dirigir es sobria incluso austera, combinada con una eficacia en mostrar lo esencial y despojar de cualquier subterfugio o adorno fútil, la cuidada puesta en escena.
Hay una gama de primeros planos y planos medios para analizar y celebrar.

Exprime en el mejor sentido lo mejor de cada actor.
Demuestra la suculenta habilidad que tenía en la dirección de actores.

El montaje es también para alabar y disfutar de él.
Lo dicho, a reivindicar, si es que no está suficientemente ya.
Una gozada argumental con una precisión filmica despojada de artificios.
El único pero para mí, el tufillo patriótico del final.