Al pacino, se encarga de venderla. Bien secundado por su perrillo faldero y fiel secuaz. Paul Guilfoyle. Gran trabajo del tercero en discordia, Joseph Maher.
La iluminación de esta obra teatral, escenificada en celuloide. Cuidada y acertada. Junto a la interpretaciones, algunos instantes musicales del afamado, Howard Shore. ( El silencio de los corderos ). Y la fluidez de los diálogos. Se sustenta éste mediometraje. Ese toque siniestro que flota en la cinta, es lo más conseguido a mi entender.
Recomendable para amantes e interesados en la interpretación. Dan una clase magistral por parte de los 3.