Muy recomendable cinta coral impregnada de la alegre melancolía de los noventa.
Ted Demme, que tiene la habilidad de eludir el riesgo de languidez en que suelen incurrir películas de pelaje generacional, dirige con mimo a un joven reparto lleno de rostros conocidos y encabezado por un Timothy Hutton muy cómodo en su miedo a crecer. La luminosa Uma Thurman resiste estoica las acometidas galanas del grupo de amigotes. Matt Dillon esboza su hierático ceño acostumbrado. Mira Sorvino compone un florero resignado, y la rotunda Rosie O´Donnell resulta hilarante en su corrosiva defensa de la imperfecta mujer real. Pero, por encima de todos estos treintañeros con síndrome de Peter Pan, destaca una chispeante Nathalie Portman adolescente. Por ello, o pese a lo cual, no extraña que nuestro atribulado protagonista se enamore de ella hasta las cejas. Al espectador (varón, y alguna que otra mujer) le sucederá lo mismo. Que nos detengan.
Redondean el bonito conjunto el excelente guión tejido de agudos diálogos y una banda sonora que subraya con naturalidad el espíritu de una época y una edad ciertamente contradictorias- y lo dice uno que está en los mismísimos 29 de Timothy Hutton. Quizá también un tanto en sus trece-.
Lástima del conservador mensaje final, si bien tal vez en eso mismo consista hacerse mayor, en volverse conservador.