El sueño de toda mujer que es de escasos recursos, es encontrar el príncipe azul, fórmula que repitió hasta el cansancio las telenovelas mexicanas, donde la protagonista sufría durante toda la trama hasta alcanzar su verdadero objetivo, atrapar al soltero codiciable y de sociedad.

Boda Sangrienta parece ser una continuación de esas historias melosas, pero con un humor bastante negro, retorcido, adentrándonos en esa esfera de los poderosos que para muchos posee esa aura de encanto donde el rey midas es nada a lado de ellos.

Samara Weaving cumple cabalmente ese sueño que tantas actrices mexicanas se han quedado en el arranque de toda historia de cenicienta, desvelando como toda mujer enamorada lo que es capaz de hacer por su príncipe azul.

Boda Sangrienta es en sí el alto costo que muchas personas pagan por pertenecer a una élite que encierra tras de sí la esencia proveniente de la riqueza hoy en día, es cruel, despiadada pero sencillamente bien ejecutada.