Jack Nicholson es un actor capaz de transmitir cualquier sensación al espectador con un simple arqueo de cejas, lo que a la inmensa mayoría de intérpretes les cuesta sumo esfuerzo el lo consigue en un instante. Aunque esta película, muy beneficiada por su presencia, no se basa solamente en ella. Helen Hunt también está increíblemente convincente en su rol de camarera que acaba enamorándose del excéntrico y maleducado personaje de Nicholson, por algo ambos fueron merecedores del premio de la academia. Greg Kinnear borda su papel de vecino homosexual y es muy de agradecer la presencia de Cuba Gooding Jr., en un corto pero importante papel. Está magníficamente dirigida por James L. Brooks, que cuajó aquí una de sus mejores obras. Su guión es extraordinario, dado que sabe pasar fácilmente del drama a la comedia y tiene unos dialogos realmente ingeniosos. En definitiva, una obra maestra con un Jack Nicholson muy en su salsa.