December 31, 2017
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Cuando en 1973 Elvis estaba dejando de ser Elvis ofreció desde Hawai el que se convirtió en el primer concierto trasmitido por satélite a todo el mundo.
El rostro del artista denotaba cansancio y el estereotipo del ademán marcaba un curso que sería definitivo pero el poder seductor de su voz y el buen gusto por el rock and roll y las baladas poderosas no le habían abandonado.
En nuestros días, al asistir a la reproducción del recital grabado, se tiene la conciencia de hallarse ante un hito de alto valor histórico, impagable e irrepetible en el que hasta la indumentaria del cantante adquirió desde entonces valor icónico.
Su interactuación con un público entregado también es memorable.
La filmación y edición de la actuación ofrece una visión certera de lo que sucedió aquella noche de enero y se agradece la combinación de primeros planos, medios y lejanos junto a los oportunos mosaicos y ágiles fundidos.
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