Parece mentira que semejante truñada venga firmada por uno de los críticos a los que siempre he respetado bastante, colaborador de El país y Fotogramas, y para más inri, director de contenidos de la productora Hill Valley, responsable de Muchachada nuí. En el polo opuesto de mi adorado humor manchego se encuentra este bodrio en el que lo único salvable es el bellezón que se gasta Ana de Armas, la cual desgraciadamente no gasta dotes interpretativas similares. Bueno, y Leonor Varela, espectacularmente sexy... Una estética horrorosa, americanizadora de un Benidorm viejuno, con una banda sonora terriblemente mala, un guión que hace aguas por todos sitios y unos actores que no saben si estar de coña o actuar... Me gustaría ver qué opinión merecía en su crítica el autor. Porque de verdad es de lo peor que he visto, desde ese arranque a lo "Perdona bonita pero Lucas..." con la actriz bailoteando mientras los créditos, propios de montaje de colega pasado de rosca, se hacen interminables, hasta un final a lo True Blood cutroncete, torpe y mal resuelto. Lo dicho, un bodrio.
Rosa, harta de limpiar hoteles se prepara para bailar no sabemos bien en qué sitio. La noche que le comunican que ha pasado la prueba casualmente su hermana misteriosa le dice que la lavadora está off, por lo que decide acudir a la lavandería 24 horas que casualmente está en el callejón donde vive. De pronto entra un pavo como el Mono Burgos en plan gore y Rosa se caga de miedo, pero aparece su salvador, un esmirriado raruno que a ella le parece "súper mono, tia" y que está lo mismo que una cabra. Argumento de telefilm de Antena 3, que casualmente produce, sábado tarde con Tori Spelling, pero peor.
Lo siento, Trashorras, no has pasado la prueba.
Ya te llamaremos... Si eso...