Esta entrega, que llega tras Venom: habrá matanza y Spider-man: no way home, parece que es un simple paso de esas cintas a las siguientes secuelas. Se ha considerado únicamente como la puerta que abre el camino a la continuación del universo Marvel. Quizá por eso, por las bajas expectativas que ha generado y la mala crítica que ha recibido, al final resulta que no es tan aburrida como parecía.

Es verdad que se presenta como un producto mucho más oscuro y terrorífico de lo que es en realidad, por lo que los amantes de ese género no encontrarán ningún aliciente. Pero para los que no tengan más ambiciones que ver un film de acción y ciencia ficción, Morbius consigue reutilizar la fórmula mil veces explotada y ofrecerles una propuesta satisfactoria.

Cuenta con los ingredientes típicos de un film de superhéroes: personajes estereotipados, efectos especiales espectaculares, consideraciones acerca de la búsqueda de la identidad o la ética de sobrepasar los límites de la ciencia, diálogos con pretensión de ser épicos y toques de humor.

Quizá el problema haya sido promocionarla como una película original, de vampiros, de suspense o de muertos vivientes, puesto que no da todo eso que promete. Sin embargo, el conjunto general funciona. Contiene grandes dosis de acción, una banda sonora trepidante y una fascinante interpretación de Jared Leto.

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