El problema de los niños robados no es un asunto que desconozcamos, ya sabemos en España la de casos de bebés que fueron dados por muertos en hospitales y dados en adopción a familias adineradas. Esta película servia nos muestra el mismo problema presentándonos la búsqueda incesante de una madre contra un sistema corrupto en Belgrado.

Ana (Snezana Bogdanovic) es una mujer tranquila y callada pero decidida. Permanece distante incluso con su propio esposo (Marko Bacovic) y su hija (Jovana Stojiljkovic). Continuamente visita los mismos lugares: hospitales, comisarias de policía, ayuntamiento, buscando sin cesar la misma respuesta a una pregunta que la ha perseguido durante más de dieciocho años: "¿Dónde está enterrado mi hijo?". Estaba en el hospital cuando le dijeron que su hijo murió poco después de que ella dio a luz. Todo lo que quiere saber es qué hicieron con el cuerpo, algo que parece no poder descubrir entre un sistema burocrático hermético.

El director Miroslav Terzić nos va dando la información poco a poco de lo que está ocurriendo, la cámara sigue a la protagonista deambulando de un sitio a otro y en su lugar de trabajo, una pequeña tienda de costura (Puntadas es la traducción literal de su título original Savovi o Stitches en ingles). La actriz transmite muy bien su dolor interior con una mirada lánguida durante todo el metraje.

La terrible incertidumbre de que tengas un hijo de 18 años que sea tuyo viviendo cerca de ti y no conocerlo, es una situación que puede provocar a unos padres todo tipo de trastornos psicológicos.
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