Siguiendo los pasos de las exitosas comedias de Santiago Segura, nos llega esta película que clausuro el Festival de cine de Málaga, una comedia familiar sin muchas pretensiones que seguro se hace un hueco en la taquilla entre los más pequeños.

Toni es un solterón cascarrabias, odia a los niños y se mantiene alejado de ellos, Su vida se trastocará cuando fallece su hermana, que era todo lo contrario a él y había adoptado a cinco niños, cada uno de un país diferente.  Toni se verá involucrado en ayudar a sus sobrinos, y al reto de verse como padre ante los problemas infantiles y las diferencias culturales. Con ayuda de su amigo Lolo empezará a ver la vida "familiar" de otra manera.

El magnífico humorista-monologuista Leo Harlem repite incesantemente el mismo papel que ha hecho en sus películas, recordamos "El mejor verano de mi vida", "Como Dios manda", "Superagente Makey", o los trabajos junto a Santiago Segura en las franquicias "A todo tren" o "Padre no hay más que uno". En esta ocasión se le une "El langui" los dos forman el dúo salvable de la película. El gran actor mexicano Damián Alcázar visto en infinidad de papeles de "malo" aparece en un cameo de camarero.

Joaquin Mazon, un director habitual en este tipo de comedias con mayor o menor acierto (De perdidos a Río, La vida padre, Cuerpo de elite o la insufrible La Navidad en sus manos) se esfuerza en hacernos reír y a veces lo consigue, aunque otras roce la vergüenza ajena. No hay que olvidar a quién van destinadas este tipo de películas, por lo que se le puede perdonar y se es muy libre o poder verlas o no.
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