Jane Seymour (la conocida Doctora Quinn) se embarca en una nueva película televisiva basada en hechos reales.
Nuevamente nos encontramos ante una película típica, con una historia muy similar a muchas de las que se han visto. Muchas veces me pregunto cuando veo películas del estilo, si existe tanta gente en el mundo (o mejor dicho en Estados Unidos) al que le ocurran situaciones tan raras y extremas.
El film narra la vida de una mujer con un pasado oscuro que ha olvidado, y que deberá recordar para enfrentarrse a un presente aterrador y poder obtener un futuro esperanzador.
Como uno puede imaginar, el final se conoce desde el principio y uno observa a unos personajes muy estereotipados, donde se mueven por pasiones básicas sin ningún tipo de matiz.
En fin, una película que no merece mucho perder el tiempo en verla salvo porque uno quiera dormir, ya que viendo los primeros y últimos 5 minutos, uno puede averiguar toda la trama, no siendo necesario ver todo el metraje, y así disfrutar de un agradable sueñecito. Un sueño mucho más rentable que este telefilm que no aporta nada nuevo a la infinidad de historias similares que emiten por televisión todos los fines de semana.