Nos encontramos ante la segunda parte del gran éxito de taquilla "Ocean's eleven", y que como muy bien indica la frase "segundas partes nunca fueron buenas", en este caso no es una excepción.
La película no es mala, pero hay que reconocer que la primera entrega es buena, y en esta ocasión el director ha querido sorprender y no lo ha conseguido.
El despliegue de medios que se ofrecen para realizar un robo, se ve hundido por el planteamiento (en mi opinión tiene muchos hilos sueltos), y el final bastante decepcionante. Además, durante la película se exponen algunas escenas, que sinceramente no resultan para nada creíbles, y bueno... sinceramente dan un poco de bochorno.
No obstante, la película no aburre, y el rato se pasa de manera agradable. A ello ayuda un amplio abanico de grandes estrellas del cine de Hollywood, del cual se apoya el director para tener asegurada una taquilla. Todos ellos realizan un gran trabajo sin excepción, y hace que por lo menos se disfrute con las interpretaciones.
Además uno vuelve a apreciar esa fotografía y dirección tan buena de la que constan todas la películas del gran director Steven Soderbergh, y que uno siente cierta atracción hipnótica hacia la sucesión de los fotogramas.
Es una pena, que la evolución del guión sea bastante mediocre, llegando a una resolución bastante pobre. Por lo demás, la película entretiene y distrae, pero consigue mantenerse a flote de manera muy justa y con serios problemas. Decepciona al tener una primera parte superior.