Tras Alien, Blade Runner, Thelma & Louise, Gladiator y Kingdom of Heaven (versión extendida) Ridley Scott vuelve a firmar otra película predestinada a hacer historia y a convertirse en un mito cinematográfico junto con filmes como El Padrino, Casino y Uno de los nuestros, aunque respecto a dichas películas de gangsters a las que debe mucho ésta, (especialmente a las de Scorsese,) la única novedad radica en la introducción de la Mafia negra neoyorquina, lo que dota al film de una fuerza plástica y visual no vista antes, además de una puesta en escena impactante con situaciones extremas que te dejan pegado a la butaca las 2 horas y media de la película.

Scott ha hecho muchos títulos prescindibles a lo largo de su carrera, desde luego éste NO es uno de ellos.