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Argentina Argentina · Buenos Aires
Juan Rúas rating:
6
Sci-Fi. Romance. Mystery A psychologist still reeling from the death of his wife receives a cryptic message from a friend telling him to join him on the space station Solaris which is studying a spatial phenomena. Because of the phenomena, people from the Solaris' crew's memories begin appearing and interacting with them, including the psychologist's dead wife. The people appearing do not know they were created by the phenomena and think they are the "real" ... [+]
Language of the review:
  • es
February 10, 2010
5 of 6 users found this review helpful
No importa quien haga una peli sobre asuntos-fuera-de-la-tierra; tampoco de que país proceda el film: el espacio exterior nos atrae por su inmensidad. Semejante inmensidad provoca la inevitable sensación de soledad. La soledad extrema puede acarrear la locura, o bien el misterio sobre lo que pueda haber allá afuera. Solaris no se aleja de las premisas más comunes, aunque Soderberg le imprime algo de su sello personal.

La obra se enmarca dentro de la ciencia ficción, pero amaga desde el principio. Se apela al misterio, se zigzagea dentro de un posible terror que nunca se manifiesta y, dentro de un tono contemplativo, el espectador asiste a una suspensión de los planos: cada imagen se estira sin música de fondo, con un exacerbado sonido ambiente que produce una cierta inquietud al principio, pero conforme avanza la trama se estanca ese sentir.

El mayor problema de Solaris radica en la fácil decodificación de los símbolos: la doble lectura de la historia se realiza de inmediato y ésta ya no innova sino que cambia el rumbo de la narración llevándonos a un romance ilusorio plagado de flash-backs. Lo cierto es que la historia de amor atrae muy poco y sus intenciones de profundizar, de volverse un drama intimista, fracasan entre un mal planteo de los hechos y una ensalada de física cuántica que no viene al caso.

Soderbergh salva las papas dotando a su obra de ese aura autista, máxima expresión del aislamiento de aquellos tres personajes. El resto queda en la anécdota como Solaris, planeta todo el tiempo nombrado pero del que deberíamos haber sabido más.
Juan Rúas
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