No, no es envidia lo que me inspira. Otro pecado capital como ira, puede que en parte. Pero más bien lástima. Lástima que una idea tan inverosímil - lo que la hace atractiva - como el mismo producto alrededor del cuál gira toda la fábula, sea desaprovechada.
Aquí tenemos por enésima vez, la historia de la relización del sueño americano, interpretada por una suerte de extraña pareja como Laurel y Hardy (salvando las diferencias, claro). Extraña porque no pegan para nada, quizá recuerden más a 'Dos tontos muy tontos'. Aún así, mejor Jack Black que Ben Stiller en sus papeles respectivos. Puestos a hacer comedia, mejor ser teatrales que no una estatua con cara de palo. La película naufraga aún teniendo un buen ritmo, porque no saca partido a la infinidad de situaciones que crea, dejándolas a medias o, aún peor, mal concluidas.
En cuanto a Cristopher Walken...en fin, no sé si el personaje ya estaba así de desfigurado (o estupidizado) cuando le dieron el guión o si él solito cambió el papel y lo hizo estúpido para no desentonar con el resto del film. El caso es que da el pego. Haciendo balance, llego a la conclusión que se puede ver, pero seguro que puedes encontrar algo mejor que hacer...como escribir una crítica de otro film.