Prision Break reúne muchos de los ingredientes que dan como resultado un éxito seguro. La combinación de fórmulas de ficción televisiva, hacen de esta, una obra maestra, lo que se refleja en el enorme éxito que ha obtenido a escala mundial. A grandes rasgos, la serie creada por Paul Scheuring mezcla la estructura propia de las soap operas o culebrones, basada en dejar abiertos nudos de acción que son resueltos en el siguiente capítulo, con una alta calidad artística y narrativa a nivel cinematográfico: cuidada puesta en escena, perfecta realización y fotografía, guiones elaborados, un gran entramado de personajes profundos, reparto sobresaliente... Esto sumado a una temática brillante que engancha desde el primer capítulo (fugarse de una prisión de alto nivel de seguridad, salvar a un inocente de la silla eléctrica, intrigas políticas y corrupción en las altas esferas de los EEUU, persecuciones policiales)... y a una trama en esencia construida mediante la simple carrera de obstáculos continúa (sucesión de barreras y cuenta atrás) engarzada a subtramas que mantienen perfectamente los huecos de la narración (afectiva Lincoln-Michael, Lincoln-Verónica, Lincoln-LJ, Michael-Sara), trae como resultado un producto de gran calidad que se traduce en una droga altamente adictiva, que consiste en la ingestión masiva de capítulos.

Son estas las razones que dan a Prision Break un sobresaliente en guión, y así mismo en realización y reparto. En la realización destaca una fotografía increíble, oscura y con cierta dominancia verde (relacionado directamente con la temática, la esperanza de salvar a Lincon), y un montaje basado en el dinamismo, y en la fragmentación de espacio continua. El reparto, es un elenco formado por actores no excesivamente conocidos en Hollywood, lo que indica que su éxito se basa en la calidad y no en caras famosas. Destacan los dos hermanos protagonistas: Wentworth Miller como Michael Scofield el niño bueno, cerebro y salvador, y Domenic Purcell como Lincoln Burrows, niño rebelde, corazón y mártir, junto a coprotagonistas más que brillantes como John Abruzzi mafioso y ley en Fox River al que da vida Peter Stormare o T-Bag, pedófilo gay, cruel y despiadado interpretado magistralmente por Robert Knepper.
Desde Lost y posteriormente Twin Peaks, no ha existido un fenómeno como Prision Break, que en mi humilde opinión supera a ambas. Imprescindible.