Como patética es la inmadurez de los tres personajes que presenta esta película. Ya es raro que un colegio mayor admita en una misma habitación a dos chicos y una chica, y mucho menos en Estados Unidos, pero más raro es la conducta de estos tres alumnos, se supone que son universitarios, aunque su aparente edad les debería colocar como casados y con hijos y su comportamiento en primaria. Para ser una comedia de campus americano con jóvenes desenvueltos y en situaciones absurdas, es de las peores que he visto, y no cuela que quieran introducir el problema de que uno de ellos sea homosexual, aunque todavía no definido. Está muy visto eso de que el compañero gay quiera acostarse con el compañero hetero y buenorro. Miren, un cúmulo de despropósitos y de diálogos sin sentido y muy poca exhibición de cuerpos. Cualquiera de las comedias norteamericanas de temática universitaria es más arriesgada en el planteamiento sexual que esta. Y el caso es que los tres actores principales son buenos actores, y en especial Stephen Baldwin interpreta muy bien su papel, pero como está basado en un guión tan increíble, a mi me ha llegado a molestar. Como espectador me merezco un respeto intelectual.