Comedia apacible con el manido tema del hombre lobo, que gana algunos enteros por las bromas de tipo sexual, -mayordomo borracho y cocinera, el rubito Wilder y la ninfómana novia de su hermano...-, pero que comparada con la fantástica Un cádaver a los postres de Robert Moore acaba perdiendo aunque sea en el último asalto, ya que esta última añade realmente la intriga de quien es el asesino, cosa que todavía no he llegado a descubrir tras haberla visto unas tres veces y por estar absolutamente llena de diálogos absurdamente divertidos, incluído el memorable -James Señor, Benson Señora-. Notable actuación de la novia de Wilder, Gilda Radner. Y también oportuna la dualidad realidad/ficción, encarnada por las vivencias de los protagonistas/su trabajo como lectores de obras de terror en la radio.