Sin duda una película poderosa en cuanto a los activos que tienen los thrillers coreanos de este siglo. También con las carencias habituales de dichos thrillers (comportamiento incompresible de algunos personajes, ineptitud de la policía, dejar a asesinos campando a sus anchas, torpezas, etc.). Con la venganza como leitmotiv y con la tortura como recurso, como muchos de esos thrillers coreanos, sólo que aún más bestia.
Así pues se podría decir que es el típico thriller coreano, pero con mucha más cantidad de gore, en todos los sentidos, y las dos escenas que más me revolvieron el estómago no fueron en escenas de acción, ni en torturas*.

Como dato a destacar, la película cuenta con los que seguramente son los dos actores coreanos más internacionales del momento como protagonistas. Y como suele pasar al ver estas películas descubro algunas bellezas coreanas. En este caso, Oh San-ha, Kim Yun-seo, Ha Seung-Ri y algunas otras, la verdad es que es una película muy prolífica en este sentido.

La mejor escena posiblemente es la del taxi, al menos en cuanto a dirección (aunque la primera escena también me gustó, desde la ambientación hasta el ritmo). El final también es muy bueno, aunque no tan potente como 'Oldboy' por supuesto. Tampoco llega al nivel de la propia 'Oldboy' o 'Sympathy for lady vengeance' en cuanto a la banda sonora, pero también es bueno, uno de los principales activos del film.