No todas las obras de Scorsese son de primerísima línea. Algunas se sobrevaloran sólo por la firma. En este caso, se trata de una película que no está al nivel medio de su autor. La trama está poco hilvanada, resulta lenta, los personajes no tienen agarre y los actores parecen de foto novela, a excepción de Robert de Niro, en su secundario papel. La dirección parece inexperta, a buen seguro, de modo intencionado, aunque no tiene ninguna gracia ni justificación. La verdad es que si el film no fuera de quien es, habría pasado como uno más del género negro.