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John Giraldo rating:
8
7.5
132,444
Sci-Fi. Action. Thriller
Set against the futuristic landscape of totalitarian Britain, V For Vendetta tells the story of a mild-mannered young woman named Evey (Natalie Portman) who is rescued from a life-and-death situation by a masked vigilante (Hugo Weaving) known only as "V." Incomparably charismatic and ferociously skilled in the art of combat and deception, V ignites a revolution when he detonates two London landmarks and takes over the ... [+]
Language of the review:
- es
September 15, 2011
1 of 1 users found this review helpful
“Nuestra integridad vale tan poco… pero es todo lo que tenemos, es el último centímetro que nos queda de nosotros, si salvaguardamos ese centímetro, somos libres”.
V, de Vendetta
Por: John Harold Giraldo Herrera
[email protected]
Vivimos en la sociedad del control. Quizás ninguna sociedad haya tenido a su disposición tantas cámaras y una forma tan efectiva de represión como las redes sociales y el internet, donde se presume del anonimato, pero se tiene un IP, o unas formas concretas de saber qué hacen los usuarios, sin embargo, la misma sociedad controlada tiene sus fisuras y por donde más se controla también más se hace rebeldía. Supongo que la policía en unos años será más informática y menos citadina. El caso es que un símbolo emerge como protagónico, una idea surge como ambiciosa, una forma de protesta se hace visible, la engloba un grupo, la cargan unos individuos bajo la máscara y su referente es una película: V de Vendetta.
Esa película sugestiva, subversiva, polémica e inquietante sigue viéndose a borbotones. Además de la idea terrorista de volar el parlamento británico, su contundencia es la de volar nuestro miedo, instaurar una serie de ideas y provocar la acción política. En menos de 5 años el mundo varía. Hoy la máscara del famoso terrorista católico Guy Fawkes se deja ver en los videos de Anonymous, se alza en las protestas de los indignados en España, se pega en asambleas, en reuniones de huelguistas, en fin, es un símbolo que se ha llegado a equiparar al de la imagen del Che.
“Las ideas son superiores a los hombres”, se dice en la película. Y es cierto, toda la película se basa en seguir a un sujeto, cuya identidad se desconoce, sus proclamas son más simbólicas que partidistas. Lo atractivo puede ser enigmático. La máscara se vende masivamente en la actualidad. Las personas parecen tener poca identidad con un mundo que les ha entregado desolación, corrupción, incredulidad en las instituciones y sobre todo pocas esperanzas. Entonces un símbolo devuelve parte de lo perdido y más si la identificación se hace desde el anonimato, en medio de un mundo que pretende poner todo visible o por lo menos darle más valor a aquello que existe siempre y cuando se visibilice.
sigo en spoiler
V, de Vendetta
Por: John Harold Giraldo Herrera
[email protected]
Vivimos en la sociedad del control. Quizás ninguna sociedad haya tenido a su disposición tantas cámaras y una forma tan efectiva de represión como las redes sociales y el internet, donde se presume del anonimato, pero se tiene un IP, o unas formas concretas de saber qué hacen los usuarios, sin embargo, la misma sociedad controlada tiene sus fisuras y por donde más se controla también más se hace rebeldía. Supongo que la policía en unos años será más informática y menos citadina. El caso es que un símbolo emerge como protagónico, una idea surge como ambiciosa, una forma de protesta se hace visible, la engloba un grupo, la cargan unos individuos bajo la máscara y su referente es una película: V de Vendetta.
Esa película sugestiva, subversiva, polémica e inquietante sigue viéndose a borbotones. Además de la idea terrorista de volar el parlamento británico, su contundencia es la de volar nuestro miedo, instaurar una serie de ideas y provocar la acción política. En menos de 5 años el mundo varía. Hoy la máscara del famoso terrorista católico Guy Fawkes se deja ver en los videos de Anonymous, se alza en las protestas de los indignados en España, se pega en asambleas, en reuniones de huelguistas, en fin, es un símbolo que se ha llegado a equiparar al de la imagen del Che.
“Las ideas son superiores a los hombres”, se dice en la película. Y es cierto, toda la película se basa en seguir a un sujeto, cuya identidad se desconoce, sus proclamas son más simbólicas que partidistas. Lo atractivo puede ser enigmático. La máscara se vende masivamente en la actualidad. Las personas parecen tener poca identidad con un mundo que les ha entregado desolación, corrupción, incredulidad en las instituciones y sobre todo pocas esperanzas. Entonces un símbolo devuelve parte de lo perdido y más si la identificación se hace desde el anonimato, en medio de un mundo que pretende poner todo visible o por lo menos darle más valor a aquello que existe siempre y cuando se visibilice.
sigo en spoiler
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
La película es un canto a la emotividad, pero también desde una versión anárquica en lo político. Sin embargo, su gusto reside en la manera cómo incita a los espectadores, a través de un símbolo que aunque de culto hacia un personaje, demuestra que lo más valeroso es contar con una idea, le otorga un valor al lenguaje y con él a su capacidad de sensibilización y emancipación. Dice el enmascarado en la película: “Las palabras siempre conservarán su poder, las palabras hacen posible que algo cobre significado, y sí se escuchan, enuncian la verdad”. Y en una escena, en la cual V, se toma la trasmisión de Tv hace que los demás lo escuchen y su discurso alienta a los demás a salir del miedo, porque aunque la película persiga el ideal de hacer volar el parlamento, la realidad es que apela por despertar las ideas de libertad y justicia, un tanto extraviadas y en vacaciones por estas épocas. La verdad se puede ver cuando se enuncia así como la mentira, cuando en la Tv pasan las noticias, los televidentes pueden notar cómo muchas de esas enunciaciones son engañosas.
“Justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras, son perspectivas”. Y esas perspectivas siguen coreándose hoy, ya sea desde el poster de un joven en el face, en la plaza pública, desde un acto simbólico en Siria, una protesta en Chile, un paro en Colombia o en una película como la que hiciera James McTeique, acompañado por los hermanos Wachowski, quienes se basan en el cómic de Alan More. Su idea de convertir en héroe a un terrorista resulta siendo más que eso, es la película más inspiradora para la juventud que se alza reclamando un futuro digno, como el que busca la bella actriz Natalie Portman quien representa a Evey, alguien común, quien termina siendo como V, pero desde una óptica menos sublime, desde su trinchera como ciudadana termina viviendo como una especie de enquijotamiento como lo experimentó Sancho Panza en la obra de Cervantes. Aunque como se dice en la película: “Un artista usa mentiras para decir la verdad, un político para taparlas”.
“Justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras, son perspectivas”. Y esas perspectivas siguen coreándose hoy, ya sea desde el poster de un joven en el face, en la plaza pública, desde un acto simbólico en Siria, una protesta en Chile, un paro en Colombia o en una película como la que hiciera James McTeique, acompañado por los hermanos Wachowski, quienes se basan en el cómic de Alan More. Su idea de convertir en héroe a un terrorista resulta siendo más que eso, es la película más inspiradora para la juventud que se alza reclamando un futuro digno, como el que busca la bella actriz Natalie Portman quien representa a Evey, alguien común, quien termina siendo como V, pero desde una óptica menos sublime, desde su trinchera como ciudadana termina viviendo como una especie de enquijotamiento como lo experimentó Sancho Panza en la obra de Cervantes. Aunque como se dice en la película: “Un artista usa mentiras para decir la verdad, un político para taparlas”.