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John Giraldo rating:
5
5.7
37,390
Sci-Fi. Comedy. Action
After breaking out of a moon-based maximum security prison, Boris the Animal decides to go back in time and eliminate the person who arrested him - Agent K. When he does so, Agent J realizes that the time line has been changed and he too travels back to July 15, 1969, the day before Agent K is killed. After overcoming some disbelief, J manages to convince K and others of just who he is and why he's there.
Language of the review:
- es
May 28, 2012
1 of 2 users found this review helpful
Por: John Harold Giraldo Herrera
Docente universitario y periodista
[email protected]
El cine, ya está dicho de sobra es para divertirse. Y es además un espectáculo visual, un artefacto creado para darle rienda suelta a las ilusiones, cualquiera que ellas sean: bobaliconas o trascendentes, salidas de las industrias culturales, o de gente cuya fascinación es la de contribuir a ensanchas nuestra visión de mundo. Con el mercado tenemos todo tipo de películas que no dejan de ser parte de un momento efímero, de una necesidad de contar con un producto para pasar el rato, para estar en familia y reír y quizás entretenerse. Con las otras, hay posibilidad de encontrarse con situaciones nunca pensadas –en correlación con el mundo y sus realidades-, aportan en generar discusión, en ser testimonios vivos de la humanidad.
Con Hombres de negro tres se suma una larga lista de esas películas que nos hacen creer que el mundo nuestro corre peligro, más que por nosotros mismos por una especie a veces superior pero ingenua: los aliens, y que todo se concentra en salir de esas fuerzas destructoras, pocas veces, muy pocas hemos visto que ellos puedan ser una especie solidaria con nosotros, pues sabemos que la pugna vende más que la fraternidad. Entonces, lo visto es una trama sintetizada así: alguien dañará el mundo y otros (solo dos en este caso) lo podrán salvar con esa idea se han levantado superhéroes, rambos, villanos y héroes de todo tipo, mientras que el mundo pasa por nuestros ojos y como esos muertos, asesinados, donnadies de las películas, somos nosotros, unos espectadores más.
Y para no estar del todo en incertidumbre contamos con películas perpetuas, cuya aparición no es constante pero nos mantienen en vilo para anunciarnos la tragedia y el posible fin, llegan recargadas y el público o las idolatra o las castiga, sus historias son efímeras y sus mensajes poco significativos, pero se quedan ahí, como parte de esa industria avasalladora y hegemónica. Hombres de negro es una de tantas, la primera nos proporcionó una historia llena de divertimentos, su centro fue el de mostrarnos unos extraterrestres que ya estaban acá desde hace mucho y tiempo y nos atacaron y dos agentes (se usa una estrategia fuerte, uno viejo el otro joven, uno racional el otro emotivo, es decir una diada cuya capacidad para relatar engancha) son los dotados para salvarnos.
Sigo en spoiler
Docente universitario y periodista
[email protected]
El cine, ya está dicho de sobra es para divertirse. Y es además un espectáculo visual, un artefacto creado para darle rienda suelta a las ilusiones, cualquiera que ellas sean: bobaliconas o trascendentes, salidas de las industrias culturales, o de gente cuya fascinación es la de contribuir a ensanchas nuestra visión de mundo. Con el mercado tenemos todo tipo de películas que no dejan de ser parte de un momento efímero, de una necesidad de contar con un producto para pasar el rato, para estar en familia y reír y quizás entretenerse. Con las otras, hay posibilidad de encontrarse con situaciones nunca pensadas –en correlación con el mundo y sus realidades-, aportan en generar discusión, en ser testimonios vivos de la humanidad.
Con Hombres de negro tres se suma una larga lista de esas películas que nos hacen creer que el mundo nuestro corre peligro, más que por nosotros mismos por una especie a veces superior pero ingenua: los aliens, y que todo se concentra en salir de esas fuerzas destructoras, pocas veces, muy pocas hemos visto que ellos puedan ser una especie solidaria con nosotros, pues sabemos que la pugna vende más que la fraternidad. Entonces, lo visto es una trama sintetizada así: alguien dañará el mundo y otros (solo dos en este caso) lo podrán salvar con esa idea se han levantado superhéroes, rambos, villanos y héroes de todo tipo, mientras que el mundo pasa por nuestros ojos y como esos muertos, asesinados, donnadies de las películas, somos nosotros, unos espectadores más.
Y para no estar del todo en incertidumbre contamos con películas perpetuas, cuya aparición no es constante pero nos mantienen en vilo para anunciarnos la tragedia y el posible fin, llegan recargadas y el público o las idolatra o las castiga, sus historias son efímeras y sus mensajes poco significativos, pero se quedan ahí, como parte de esa industria avasalladora y hegemónica. Hombres de negro es una de tantas, la primera nos proporcionó una historia llena de divertimentos, su centro fue el de mostrarnos unos extraterrestres que ya estaban acá desde hace mucho y tiempo y nos atacaron y dos agentes (se usa una estrategia fuerte, uno viejo el otro joven, uno racional el otro emotivo, es decir una diada cuya capacidad para relatar engancha) son los dotados para salvarnos.
Sigo en spoiler
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
La segunda no tuvo mucho éxito y ahora la saga viene con el guión de uno de los duros del cine Eta Cohen. La historia deja de ser simplemente la salvada del mundo y gira más en un hecho temporal, es decir, en reponer el futuro haciendo de dioses yendo al pasado. J y k –los agentes- se ven inmiscuidos en la necesidad de saber un poco más de ellos, pero también de enfrentar al villano que ha escapado de su cárcel en la luna y ahora amenaza con una invasión troglodita. No importa como se llamen son alienígenas que quieren estar al poder.
De manera que la película cobra valor por ese hecho. Un viaje a la época donde se realizó el despegue para la luna en 1969, una época convulsionada, donde el agente K lo mataron y J quiere enmendar ese hecho. Nada excepcional, un guiño igual superficial, salvo por algunos matices como el poner al famoso artista Andy Warhol como un espía más, hecho por las compañías secretas de inteligencia o lo insólito de un personaje que sabe del futuro y las posibilidades y con él es quien se encuentra el comodín para no fracasar en la empresa de proteger al mundo. Es otro alienígena pero como a ese se le acabó su mundo no quiere que la tierra sea eliminada por los invasores y se convierte en un aliado (tan curioso que sean de nuevo los extraterrestres fundamentales en nuestra salvación, una leve contradicción: unos nos atacan otros nos brindan su apoyo).
Etan Cohen le pone más frialdad al tema de la invasión, los diálogos son en cierto caso atractivos, la trama se sale de lo normal, pero igual es un producto de la cultura masiva. Son sagas que aunque surjan se desvanecen y quedan más para ser recordadas en afiches que en frases. Una película, una saga recompuesta en su propio ideario: para pasar la tarde.
Ver más en: http://www.latarde.com/blogs/elgranojo/?p=684
De manera que la película cobra valor por ese hecho. Un viaje a la época donde se realizó el despegue para la luna en 1969, una época convulsionada, donde el agente K lo mataron y J quiere enmendar ese hecho. Nada excepcional, un guiño igual superficial, salvo por algunos matices como el poner al famoso artista Andy Warhol como un espía más, hecho por las compañías secretas de inteligencia o lo insólito de un personaje que sabe del futuro y las posibilidades y con él es quien se encuentra el comodín para no fracasar en la empresa de proteger al mundo. Es otro alienígena pero como a ese se le acabó su mundo no quiere que la tierra sea eliminada por los invasores y se convierte en un aliado (tan curioso que sean de nuevo los extraterrestres fundamentales en nuestra salvación, una leve contradicción: unos nos atacan otros nos brindan su apoyo).
Etan Cohen le pone más frialdad al tema de la invasión, los diálogos son en cierto caso atractivos, la trama se sale de lo normal, pero igual es un producto de la cultura masiva. Son sagas que aunque surjan se desvanecen y quedan más para ser recordadas en afiches que en frases. Una película, una saga recompuesta en su propio ideario: para pasar la tarde.
Ver más en: http://www.latarde.com/blogs/elgranojo/?p=684