Al terminar la II Guerra Mundial, prisioneros alemanes (apenas adolescentes la gran mayoría), fueron utilizados para encontrar y desarmar las minas enterradas por los nazis en las playas danesas. El film retrata el trabajo de un grupo de estos jóvenes, que deberán afrontar este reto inhumano, no solo en cuanto al peligro propio de esta tarea, sino también por los tratos despectivos de parte de los daneses.

La tensión manejada por Zandvliet es inherente a lo que el argumento propone, es obvio que el peligro está siempre latente ante dicha actividad, la cual deben hacer por obligación. Pero es claro que los 100 minutos del metraje no se enfocan únicamente en eso, de ahí que se explora otros acontecimientos a lo interno de los jóvenes, y con el personaje del sargento Rasmmussen (Roland Møller), quien es la persona encargada de ellos.

Under sandet es el tercer largometraje de ficción de Zandvliet, quien funge como guionista, un drama histórico que toma el contexto de eventos reales, donde el realizador introduce a sus personajes. El director opta por mostrar una historia poco conocida en su propio país, porque es escabrosa y oscura, llena de resentimiento, odio y sed de venganza de parte de sus conciudadanos de antaño.

Es interesante entonces como en este largometraje, el endriago no es el ejército alemán, es más bien el ejército danés, quienes tras cinco años bajo dominio nazi, optan por un trato cruel a los prisioneros de guerra, algo prohibido desde 1929 con la tercera convención de Ginebra, el perdón no se conoce, siendo el rencor el que toma la cabeza de estos personajes del país nórdico en cuestión.