Tal cual el título que llevó en Uruguay. A cuarenta años de su estreno, es una película de la cual pueden sus realizadores ufanarse de no haber hecho fallidas secuelas, tal como algunos hicieron de grandes clásicos taquilleros del cine catástrofe en los años 70's. Ese es el primer punto.
Y quizás por eso, se la recuerde más. Un film que no ha perdido ninguna vigencia, que tiene efectos especiales muy bien logrados y que nada tiene que envidiar a las digitalizaciones de hoy en día, muchas de ellas bastante chapuceras por cierto. Un guión que sigue tan actual como hace cuatro décadas, quizás porque los sobornos y la desmedida ambición existen desde que el mundo es mundo y seguirán en pie mientras el mundo siga andando. Actuaciones muy sólidas de viejas estrellas que ya no están con nosotros desde hace mucho tiempo y ¿Qué quieren que les diga?. Verla es todo un ejercicio de nostalgia. Imperdible. Todo un clásico.