Leo que el gran tema de Christopher Nolan es el tiempo. No estoy de acuerdo. El interés principal de Nolan es la representación cinematográfica de acrobacias con el tiempo, con el sucederse de las cosas, y, en un segundo plano y debido a ellas, con el espacio, con el sucederse de los lugares [1]. A mi parecer, Nolan está más obsesionado con la sensación física que genera la visualización de una paradoja temporal que con el problema que esta plantea. Y pretende reproducir ese impacto en su público. La representación de estas cabriolas (el tiempo doble, quebrado y reconstruido en Memento, el tiempo por niveles en Origen, el tiempo alterno y convergente en Dunquerque, las idas y venidas en el tiempo en Interstellar, el tiempo invertido y simultáneo en Tenet) es un gran desafío creativo porque el cine, como la literatura, no puede "consumirse" sino sucesivamente.

Este desafío no es nuevo. Hace un siglo, los exploradores de las posibilidades del montaje arrojaban paradojas similares. Tampoco es cosa exclusiva del cine [2]. Es obligado reconocer que nadie ha contado con los medios financieros y tecnológicos de Nolan para lograr un espectáculo de tal envergadura; pero su cine lleva perdiendo profundidad y carga emocional (salvo El caballero oscuro) desde hace veinte años.