El encanto de esta película reside en sus bailes y saltos, desde luego. Es agradable como espectáculo visual coreográfico y envidiable en cuanto a agilidad de pies y piernas.
Lo que más me gustó de esta película es:
1. El doblaje. Me encantan esas voces que parece que acaben de pasar por una congestión y todavía le queden mocos en la garganta. Extrañamente, son voces moñas pero la historia es de rudeza disfrazada.
2. Ya quisiéramos tener ese ansía de aprender a bailar y modales. Vamos, algunos toda la vida ensayando comportamientos "sociales" y aquí los hermanos en media hora se convierten en académicos del baile y la educación suprema. (Educación que es casi nauseabunda)
3. Me mola que cada hermano lleve la camisa de un color. ¿Es una clara referencia al arco iris? No sé, pero ayuda a distinguirlos y le da más alegría a sus bailes.
4. Me mola su estilo a la hora de buscar tema. Ale, ¿pa qué hablar? Se coge lo que se quiere y listo. Más claro el agua. Eso de ir dando rodeos y que si me ha dicho esto, me ha mandado un mensajito, ¿qué significará este gesto?, ¿pero querrá quedar?, ¿espero a que me llame?...¡a la mierda con tanta tontuna! Las cosas claras y el chocolate espeso. Yo Tarzán, tú Jane, ¿quieres ir con chita y conmigo a un árbol? pues sí o no pero marear la perdiz lo justo. Habría que tomar ejemplo. Hum!