Robert Bresson consigue transmitir al espectador la sensación de que es él, el que esta cometiendo los robos. Bajo una tematica sombria y muy depresiva; tengamos en cuenta que la madre del protagonista tiene un cancer, éste vive solo en un apartamento minúsculo, no tiene relaciones con nadie y es perseguido por la policia; su vida gira en torno a conseguir mejorar la técnica de sus hurtos para poder ahorrar dinero con el que poder sufragar los gastos del tratamiento de su madre.

Es extraordinaria la percepción que contagia la cinta, uno se siente perseguido por los policias y preso de una condena ficticia. Martin Lasalle te domina, te maneja y te acaba dirigiendo hacia su terreno.

Pocas peliculas pueden transmitirte esa emoción de ser tu el protagonista; y es aqui donde un genio del cine, Bresson lo borda sin calificativos.