Obra imprescindible en el registro de fugas cinematográficas. Quizá de menor calado popular que otras con más lustre, la cinta del francés Jacques Becker, quien no disfrutaría de su resultado (moriría en febrero de ese mismo año), no es solo su mejor película, sino que describe con fisonomía perfecta la fuga de cinco presos que comparten celda. Poniendo de relieve que retratar un sistema carcelario siempre tiene algo que atrapa, cuando se trata de desarrollarlo desde la incertidumbre de una fuga, aún más.
En 'La evasión' Becker mete en una sola celda los recelos, los deseos y las esperanzas de cinco hombres que conviven hacinados en ese reducido espacio. Resulta apasionante, casi hipnótico, seguir paso a paso el proceso de fuga. Ingenio y trabajo se coordinan y alternan por igual en un estudio minucioso de la situación y el entorno, con cálculo preciso para no dejar nada al azar (más quisieran) y conseguir su ansiada libertad. Desde nuestro lado, no hay manera de no entablar empatía con el fin, haciendo de la solidaridad un vínculo cómplice con el delincuente, aquellos que no pretenden con su fuga un propósito de enmienda que no esperan encontrar con su reclusión; solo se encuentran presentes las ilusiones de estos cinco prisioneros focalizadas en el éxito de su huida.

Todo en ella resulta cautivadora y su final, inconfesable.