Siento herir el orgullo nacional de los usuarios pero ni Chicho era español (había nacido en Montevideo, con lo cual era uruguayo), ni Stephen King lo plagió (Los Chicos del Maíz fue publicado por primera vez en la revista Penthouse en el mismo 1976 que la novela de Plans en que se basa la peli), ni esta es la quintaesencia del cine de terror. Para más inri, la pareja protagónica apesta. Solo en películas de serie B de Claudio Fragoso se pueden encontrar peores actuaciones. La mejor actuación es la de Antonio Iranzo, el sempiterno bandido mejicano de los westerns filmados en Almería en esos años. Lo mejor son los títulos con horrorosas imágenes de noticieros. A partir de ahí asistimos a una acumulación de tonteras y sinsentidos que no hay quien los trague. Para colmo, Serrador (que es también guionista bajo el seudónimo de Peñafiel), a diferencia del cuento de King, decide no dar explicación alguna a la actitud de los niños lo que quita aun más verosimilitud a la historia inverosímil que nos cuentan.