Cuando la gente despotrica de sagas “interminables” como “Fast & Furious” o “Transformers”, o de personajes explotados hasta la saciedad tales como Batman o Spider-Man, yo rio socarronamente y me pregunto ¿qué habrá hecho Disney para que nadie critique su último modelo de negocio?... Transformar todos sus clásicos de animación en películas de acción real creo que merece tanto reproche o más que los ejemplos antes mencionados, pero a Disney nadie lo tose. Y no solo eso, sino que logran unas taquillas descomunales con la ley del mínimo esfuerzo. ¿Eso no merece legión de haters?... ¿Dónde estáis?... Ahora es cuando pasa una planta giratoria del desierto con sonido de viento detrás, mientras en algún recóndito lugar de nuestra geografía un hater vuelve a rajar de los villanos en las películas de Marvel.
“Cenicienta (2015)” es un remake en imagen real con una única finalidad, el ansia recaudatoria. La cinta es como cuando en tu ciudad abren un nuevo local de alguna conocida franquicia de comida rápida: innecesario, fácil y sin sorpresas.
Esta nueva Cenicienta de Kenneth Branagh es tan pomposa que puede llegar a producir severas subidas de azúcar. ¿Ustedes conocen la cinta previa de animación?... Pues “Cenicienta (2015)” es exactamente igual pero sin animación. En defensa del film si que se puede decir que no engaña a nadie, da lo que esperas de ella y nada más.
Esta “Cenicienta (2015)” sigue, a medias, el camino abierto por “Maléfica” (Robert Stromberg, 2014), aunque hay que decir que en comparación la segunda puede ser hasta una gran película. Aquí la pobre Cate Blanchett intenta, sin éxito, coger el testigo dejado por Angelina Jolie, pero a la australiana el tiro le ha salido por la culata. Esta madrastra resulta insolvente, muy mansa y encasillada en el estereotipo barato. Lily James como Cenicienta resulta absolutamente invisible.
Otro leve argumento que se puede usar en defensa de “Cenicienta (2015)” es que, la pericia de Kenneth Branagh tras las cámaras, hace que la película se pase rápido y no resulte insultantemente aburrida. Pero no hay más trozos de madera a los que agarrarse en este hundimiento.
En definitiva, “Cenicienta (2015)” es una nueva baldosa dentro de un camino que, por desgracia, no va a ser de baldosas amarillas. ¡La que se nos viene encima y los haters perdiendo el tiempo en asuntos de menor trascendencia!...