Tras la horrorosa cuarta parte, que pulverizó las interesantes aportaciones de las tres primeras, se lanzó una precuela de esta historia que no se sabía muy bien de donde viene ni a donde va. A mi juicio, se ha resuelto de forma bastante digna de manera que recupera gran parte de la imaginación que se había perdido por el camino. Nuevamente los guionistas nos sorprenden y son harto rebuscados en los dolorosos finales de los personajes. Sabemos que la muerte les va a llegar porque les persigue, pero siempre lo hace de forma inesperada. Y la construcción de las escenas está bien pensada, con ese tono gore que nunca puede faltar.

De cualquier manera, sigue siendo quedando insuficiente después de tantas secuelas. Su desarrollo es correcto y digerible, pero se echa en falta algún elemento novedoso que realmente aporte algo consistente al porqué suceden todas estas muertes. Porque en una precuela se trata de explicarlo y no lo hace convenientemente. Quizá aún nos tengan reservada alguna sorpresa, pero de momento ya han pasado 3 años.