Me ha gustado ese film de Abdellatif Kechiche sobre todo por ser una película sin artificios. Cuenta una historia de amor lésbico, sin elipsis y con gran realismo. Transmite la emoción fundamentalmente a
base de miradas dentro de abundantes primeros planos. Ni siquiera se ayuda de la música incidental que acompaña a casi todas las películas. La interpretación de las dos protagonistas es magnífica, sobre todo la de Adéle Exarchopoulos con su limpia mirada.
La fotografía es pulcrísima. Las 3 horas justas de proyección no se me hicieron excesivas, salvo quizás en su parte central.
Lo mejor: El tratamiento tan realista de la historia y las interpretaciones.
Lo peor: La primera escena de sexo entre las protagonistas, demasiado larga.