Violet (Fanning) y Finch (Smith) no es, por suerte, la típica historia de amor adolescente en donde todas las situaciones son mayormente superficiales y los personajes son estereotipos de adolescentes tontos. Violet y Finch son 2 chicos diferentes al resto, con cicatrices y heridas emocionales encima, atípicas para personas tan jóvenes. Violet y Finch son dos almas a la deriva que por uno de esos antojos del destino se encuentran, comienzan a tratarse, a comprenderse entre sí y a enamorarse.
Uno de los puntos fuertes del film es la interpretación de sus protagonistas, ambos más que aceptables y creíbles. El otro es la fotografía de los bellísimos lugares de Indiana por los que estos chicos hacen sus paseos conociéndose y tratando de cerrar sus heridas del pasado.