Más o menos la peli va de eso. Unos malos malosos (sudamericanos para más seña y esterotipo) se aburren y deciden tocarle las narices al amigo Chuarche secuestrándole la hija. Pero resulta que el Chuarche había sido Comando de élite en el pasado y decide recordar mediante la práctica todas las oscuras técnicas y formas de matar que aprendió durante su servicio en las fuerzas atmadas de los USA.

La película tiene una puesta en escena imperdible, mostrando la cara más amable de Governator y haciendo ver al espectador que el hecho de cargarse a casi 300 personas en la hora y media que dura la película está completamente justificado.

Lo cierto es que la película es excelente de principio a fin. El guión hace su función y se deja de florituras para pasar a lo que realmente importa: ver a Chuarche dando mamporros y metiendo tiros a diestro y siniestro mientras los extras van cayendo como moscas. Si encima a eso le sumas unos diálogos cómicos y frases demoledoras que va soltando el prota antes de cargarse a los bad boys más característicos, tienes como resultado una película de acción imperdible.

Altamente recomendable para los que busquen evasión rápida, testosterona a raudales o algo con lo que reirse un poco.