Fui a ver la película con muchas ganas (me encanta Jane Austen) y sin haber visto la versión de la BBC (por aquello de las comparaciones), y salí complemtamente decepcionada por lo que había visto. O mejor dicho, por lo que no había visto: el humor que aligera la cotidianeidad de las tramas de Austen sólo está con cuentagotas (siendo generosa), la leve crítica feminista que está presente en las novelas de Austen (magistral en Sentido y sensibilidad) brilla por su ausencia, y la pasión contenida que debe mantener el interés y la tensión de toda la peli se reduce a unos pocos planos, y gracias a que los protagonistas están aceptables, mejor ella que él.
De modo que para mí Orgullo y prejuicio quedó en un rato de ver paisajes (preciosos, eso sí, pero tampoco bien imbricados en la trama, por los que se paseaban unos personajes mal definidos (¿la hermana mayor es tímida? ¿cómo lo sabemos? ah, porque tienen que explicárnoslo, porque en su actuación no lo parece) y poco diferenciados (en ningún momento llegué a discernir cual era cual de las dos hermanas menores), con una trama plana y que sólo me tyransmitió algo en la escena final entre Sutherland y Knightley, muy tierna esa sí.
Lo dicho, un entretenimiento pasable para no tomarlo en serio mientras comes palomitas, pero para una buena adaptación, fiel a la vez que actual, hay que seguir recurriendo a esa enorme película que nos brindaron Emma Thompson y Ang Lee.