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davilochi rating:
8
5.8
37
Drama. Comedy. War
The movie starts with a battle against the Turks during the First Balkan War in 1912 and ends with the outbreak of World War I in 1914 and the crucial Battle of Cer, the first allied victory in WW1. It is largely set in and around a small village by the Sava river at Serbia's border with Austria-Hungary. The village is divided between able-bodied men that are potential army recruits and the many invalid veterans from the previous Balkan ... [+]
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- es
March 3, 2010
4 of 5 users found this review helpful
Quisiera hacer algunas puntualizaciones: la película comenzó muy bien durante su primera media hora, realmente bien; mejoró en la siguiente media y cuando parecía que iba a ser una obra maestra comenzó a descender levemente en calidad durante la siguiente media hora; finalmente la última media hora destroza lo que en principio tenía visos de ser una obra maestra. Aún con todo me veo obligado a puntuar la película con un ocho porque, como decía, su trasfondo histórico es apabullante. Genial trabajo de asesoramiento llevado a cabo por los historiadores que estuvieran a cargo: la ambientación es buenísima y el guión raya a un nivel bastante alto durante casi todo el film.
A continuación pasaré, como decía, a interpretar el film desde un punto de vista histórico, de modo que pueden aparecer datos de la película:
El film está estructurado en torno a un latente conflicto entre tradición y modernidad y, por lo general, este es el motor que mueve toda la historia. La elección de esta lucha dialéctica es muy acertada pues es lo mismo que está ocurriendo en gran parte del continente en este momento; incluida España, que en muchos aspectos se asemeja mucho a Serbia (y en otros no tienen nada que ver la una con la otra). Podemos verlo desde el inicio de la película, la mayor parte de los serbios proceden del mundo rural, completamente aislados de lo que ocurre más allá de sus comunidades. La guerra es una experiencia socializadora que desarrolla los lazos entre ellos y los sume de golpe en la modernidad. Un ejemplo benévola es la aparición del fotógrafo al inicio del film, confundido con un espía que porta una extraña ametralladora que, en realidad, no era más que una cámara de fotos. A mitad de la película hay un escena en que los habitantes del pueblo confunden un avión austriaco con un dragón montado por un hombre. Una comunidad que se resigna a su destino poniéndose en manos de San Jorge, el patrón que los protege y les lleva a actuar rectamente. Hay un sentimiento religioso muy poderoso latente.
Otro punto donde podemos observar este conflicto entre tradición y modernidad es en la relación que ambos hombres, George y Gravrilo, sostienen con la mujer a la que aman, Tatiana. Ella es una joven educada en las ideas progresistas que se cultivan en Belgrado. Aquí vemos como ambas realidades (urbana y rural) entran en conflicto. Es curiosa una imagen en que Tatiana obliga a su marido, el gendarme de la comunidad, a acudir en ayuda de una mujer que está siendo brutalmente golpeada por su marido (George lo considera una mera cuestión doméstica). Cuando finalmente acude, en un plano excepcional podemos ver a la izquierda a la mujer maltratada y al pope ortodoxo arriba a la derecha llevando a cabo una ceremonia protegido por una gran cruz Dragojevic lleva a cabo una descomunal crítica contra la Iglesia Ortodoxa, institución legitimadora de la injusticia en todas sus formas.
Continuo abajo:
A continuación pasaré, como decía, a interpretar el film desde un punto de vista histórico, de modo que pueden aparecer datos de la película:
El film está estructurado en torno a un latente conflicto entre tradición y modernidad y, por lo general, este es el motor que mueve toda la historia. La elección de esta lucha dialéctica es muy acertada pues es lo mismo que está ocurriendo en gran parte del continente en este momento; incluida España, que en muchos aspectos se asemeja mucho a Serbia (y en otros no tienen nada que ver la una con la otra). Podemos verlo desde el inicio de la película, la mayor parte de los serbios proceden del mundo rural, completamente aislados de lo que ocurre más allá de sus comunidades. La guerra es una experiencia socializadora que desarrolla los lazos entre ellos y los sume de golpe en la modernidad. Un ejemplo benévola es la aparición del fotógrafo al inicio del film, confundido con un espía que porta una extraña ametralladora que, en realidad, no era más que una cámara de fotos. A mitad de la película hay un escena en que los habitantes del pueblo confunden un avión austriaco con un dragón montado por un hombre. Una comunidad que se resigna a su destino poniéndose en manos de San Jorge, el patrón que los protege y les lleva a actuar rectamente. Hay un sentimiento religioso muy poderoso latente.
Otro punto donde podemos observar este conflicto entre tradición y modernidad es en la relación que ambos hombres, George y Gravrilo, sostienen con la mujer a la que aman, Tatiana. Ella es una joven educada en las ideas progresistas que se cultivan en Belgrado. Aquí vemos como ambas realidades (urbana y rural) entran en conflicto. Es curiosa una imagen en que Tatiana obliga a su marido, el gendarme de la comunidad, a acudir en ayuda de una mujer que está siendo brutalmente golpeada por su marido (George lo considera una mera cuestión doméstica). Cuando finalmente acude, en un plano excepcional podemos ver a la izquierda a la mujer maltratada y al pope ortodoxo arriba a la derecha llevando a cabo una ceremonia protegido por una gran cruz Dragojevic lleva a cabo una descomunal crítica contra la Iglesia Ortodoxa, institución legitimadora de la injusticia en todas sus formas.
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SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
La película contiene reflexiones más que interesantes en torno al nacionalismo, especialmente intensas durante un enfrentamiento en la taberna entre el ciego (que no a causa de una coincidencia defiende un nacionalismo ciego) y otro de los parroquianos. Este último dirá, harto de incongruencias que poco tienen que ver con su día a día, que "Cuando la guerra estalla gana Serbia pero pierde la gente. El resultado de cada guerra es menos gente pero más gobierno. La vergüenza caiga sobre vosotros". Esto se podría unir a las últimas palabras del soldado que es fusilado al final de la película por deserción: "Todo lo que conozco de mi patria es mi familia y mi casa". Hay una aguda crítica contra el nacionalismo ciego que empujó a toda Europa a la guerra. Intencionadamente el director deja que el espectador decida si Gavrilo Prinzip, asesino del archiduque de Austria, fue un héroe o un villano. No obstante el desarrollo de la película parece decantar la balanza más hacia la segunda etiqueta.
Además hay críticas a la política que sufre un considerable desprestigio entre unos campesinos que, tradicionalmente, no estaban acostumbrados a la presencia de elementos externos que rigieran sus vidas. La vida de las comunidades rurales bajo el dominio turco había sido relativamente independiente, pero el nacionalismo iba parejo a un fortalecimiento de la acción gubernamental. Así, al principio de la película el abuelo de Gavrilo pronuncia una frase que dice así: "Es mejor no mirar al espejo", porque la realidad es dolorosa. De hecho este hombre prefiere dejarse morir (él voluntariamente decide hacerlo), está cansado de la vida, ya ha visto todo lo que tenía que ver. Es entonces cuando uno de los parroquianos dice: "Mi abuelo decía que es mejor morir que lo que pueda sucederme". Es una visión pesimista de la vida alimentada por años de conflictos y traumas (el propio Gavrilo es la muestra física de esos traumas generados por la guerra).
Esta claro que al final de la película el director trata de mostrar el sin sentido de la guerra. Pero esto ya había quedado claro antes. Es un nuevo tipo de guerra donde se unen viejos métodos con armas de fuego más sanguinarias. Surge la idea de guerra contra los civiles (bombardeo de la taberna). El joven huérfano grita desesperado porque ya ha perdido todo dos veces a su corta edad. El resultado de aquella locura colectiva y de las brechas dentro de la comunidad campesina es que las mujeres y los niños han quedado solas y tendrán que dedicarse a llorar a los hombres desde ese momento, porque nadie puede escapar a aquella locura colectiva que fue la Europa de la primera mitad del siglo XX. Quede como broche excepcional a una media hora final mala la frase del crío mientras apaga el farol: "El abuelo me enseñó a andar en la oscuridad". Era necesario porque de otro modo no podría sobrevivir al hecho de haber nacido serbio.
Además hay críticas a la política que sufre un considerable desprestigio entre unos campesinos que, tradicionalmente, no estaban acostumbrados a la presencia de elementos externos que rigieran sus vidas. La vida de las comunidades rurales bajo el dominio turco había sido relativamente independiente, pero el nacionalismo iba parejo a un fortalecimiento de la acción gubernamental. Así, al principio de la película el abuelo de Gavrilo pronuncia una frase que dice así: "Es mejor no mirar al espejo", porque la realidad es dolorosa. De hecho este hombre prefiere dejarse morir (él voluntariamente decide hacerlo), está cansado de la vida, ya ha visto todo lo que tenía que ver. Es entonces cuando uno de los parroquianos dice: "Mi abuelo decía que es mejor morir que lo que pueda sucederme". Es una visión pesimista de la vida alimentada por años de conflictos y traumas (el propio Gavrilo es la muestra física de esos traumas generados por la guerra).
Esta claro que al final de la película el director trata de mostrar el sin sentido de la guerra. Pero esto ya había quedado claro antes. Es un nuevo tipo de guerra donde se unen viejos métodos con armas de fuego más sanguinarias. Surge la idea de guerra contra los civiles (bombardeo de la taberna). El joven huérfano grita desesperado porque ya ha perdido todo dos veces a su corta edad. El resultado de aquella locura colectiva y de las brechas dentro de la comunidad campesina es que las mujeres y los niños han quedado solas y tendrán que dedicarse a llorar a los hombres desde ese momento, porque nadie puede escapar a aquella locura colectiva que fue la Europa de la primera mitad del siglo XX. Quede como broche excepcional a una media hora final mala la frase del crío mientras apaga el farol: "El abuelo me enseñó a andar en la oscuridad". Era necesario porque de otro modo no podría sobrevivir al hecho de haber nacido serbio.