Buena pelicula francesa ambientada en un lejano paraje rural del este de Francia en donde un día la vida de un niño quedará marcada para siempre. Varios hechos negativos impactan ferozmente en un niño que accidentalmente mata a otro decidiendo no decir nada. Así conoceremos distintos personajes del pueblo y seremos testigos de como les va impactando la noticia, los años pasan pero el sentimiento de culpa no se va y astutamente golpea al protagonista en donde menos se lo espera. Las actuaciones son muy sobrias especialmente de Sandrine Bonnaire como la madre del pequeño que quizás sepa o intuya más de lo que dice y de Pablo Pauly como el personaje principal alrededor de quien se desarrollan todos los acontecimientos. Para ver.