Una a una, cada película que he visto de Marc Forster me gustado…; digo más: me ha convencido; más: me ha dejado sin palabras. A falta de ver “Tránsito” y la última de la saga 007, que por otra parte no me interesan, me parece que está labrándose una carrera brillante, sin estridencias ni alharacas, trabajando desde la honestidad, el buen oficio y el talento.
Buen oficio y mucho talento es lo que derrocha “Más extraño que la ficción”, además de un planteamiento y una puesta en escena originales y un trabajo impecable de sus actores, a qué negarlo, especialmente un Will Ferrer a la altura de la talla que ya dio en “Melinda y Melinda”, por lo que tampoco debe sorprender a nadie su magnífico trabajo en esta película.
Ahora bien, viendo la película me asalta una pregunta inevitable: ¿es casualidad o los responsables de la película –director, guionista, productores…- conocían “Niebla” de Miguel de Unamuno? Ante el más que razonable parecido argumental, me resulta difícil creer lo primero, pero me sorprendería realmente que fuera lo segundo.
En cualquier caso, Unamuno es un existencialista sin complejos; Forster no. Quizá por eso “Niebla” es una obra maestra y “Más extraño que la ficción” es una buena película…, nada más…, y nada menos, que no es poco.