Dejemos a un lado que hay procesiones de Viernes Santo más trepidantes que esta película....lo que realmente me ha dejado pasmado es que pretendía conseguir Melville con la interpretación de su protagonista. A Alain Delon le han metido un ajo en el culo desde el minuto 1 y no se le cae hasta la escena final. Su interpretación es tan rígida que roza la parodia; viéndolo me he acordado de una asesino a sueldo que envían para matar a Bud Spencer y Terence Hill en la peli "Y si no nos enfadamos". Al guión ya le han dado bastante cera en otras críticas, por lo que no me voy a reiterar, pero vamos, vista esta cinta en el 2015 no tiene el más mínimo atractivo.

Por sacarle un punto positivo, voy a destacar el papel del comisario. Me ha gustado ese personaje, su instinto y que hable cada vez que aparece en escena también es de agradecer.

Típica peli para quedar cojonudo en el Starbucks y poco más.