Desde mi punto de vista el director lleva a la gran pantalla una historia cercana a todos nosotros, hombres del siglo XXI, que seguramente a más de uno le resulte familiar o, cuanto menos, cercana.
La película narra las vivencias de Forrest Gump, un joven retrasado enamorado de Jenny, una vecina muy guapa a la cual trata de cortejar toda la película. Para ella, pese al gran corazón de Forres y todos los sacrificios que él hace por ella, no deja de ser tan solo un amigo, pues al fin y al cabo no deja de ser para ella tan solo un retrasado del cual se compadece.
A lo largo del largometraje Forrest supera con creces todos aquellos objetivos que se propone, cada cual más duro y difícil que el anterior, demostrando que gracias a su fuerza de voluntad su retraso no deja de ser meramente anecdótico pues no le impide superar todas aquellas barreras que se encuentran en su camino. Todas excepto el amor de Jenny, que pese a todos los logros que consigue Forrest y con todas sus declaraciones de amor hacia ella, no deja de verlo como aquel afectuoso amigo de la infancia.
Todo cambia al final de la pelicula cuando Forrest, finalmente, recoge los frutos de toda su carrera amasando una gran fortuna que le permitirá a el y a su familia vivir el resto de su vida sin trabajar. Es entonces cuando Jenny, arruinada e infectada presumiblemente por el virus del sida, despues de haberse acostado con todo tipo de macarras, hippys y pandilleros vuelve a su tierra natal para quedarse embarazada de Forrest y formar al fin una familia.