Siento mucho escribir una crítica tan mal de una película española, porque sé de el esfuerzo que requiere y lo difícil que es llevar a la gente a las salas. La clave para contar con el apoyo del público, no nos engañemos, está en la promoción y siempre pido que se haga más promoción del cine patrio. Con "Perdiendo el Norte" han echado el resto. Diría que han hecho un esfuerzo parecido al de "7 Apellidos Vascos" en cuanto a marketing. Y sin embargo, me hubiera gustado que hubieran hecho menos promoción porque yo "he picado" y he ido a verla pensando que se trataba una película que, como la anterior merecía la pena, aunque a mí me ha decepcionado mucho.

Desde la primera secuencia en la que aparece Julián López con unas gafas y un peinado de "empollón repelente" propio de una producción de instituto de los 80, ya sabes que la verdad no va a estar presente en la película, y una historia sin verdad raramente consigue implicarnos. He leído mil veces lo de "parece un capítulo más de Aida" y me jode estar de acuerdo, pero es que cualquiera de las tramas es manidísima con giros previsibles y carentes de verosimilitud más propios de la sit com que de una comedia romántica.

Eso sí. En el cine se oyeron risas y parece ser que la peli está yendo bien en taquilla. Me alegro.