Click here to copy URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
Celeste Mar rating:
5
Thriller In 2006, a group of thieves performed what is considered one of the most famous and smart bank heists in the history of Argentina when they rob the Banco Río branch in Acassuso.
Language of the review:
  • es
January 22, 2020
5 of 17 users found this review helpful
“Así, como comprendí que sentiría alguna curiosidad respecto a la identidad de la persona que había sobrepujado su inteligencia, pensé que era una lástima no dejarle un indicio para que la conociera. Como conoce perfectamente mi letra, me limité a copiar en medio de la página estas palabras: “Un designio tan funesto / no era digno de Atreo, sino de Tieste”, que se pueden encontrar en el Atreo de Crebillon.” La Carta Robada — Edgard Allan Poe

La película, llena de clichés estúpidos que nunca sabremos si fueron inaugurados por el cine copiado por la realidad o viceversa, nos muestra al artista drogado y creativo, al ladrón descarnado pero sensible, al buen marido y buen padre que se hace delincuente para su familia, al mujeriego traicionado por su traicionada mujer, en fin, llena de idioteces que no agregan nada más que prolongar mitos que sin duda garantizan éxito y no merecen ni siquiera la pena de ser comentadas — ni siquiera se puede caer en el riesgo de revelarlas asumiendo que las crónicas se han encargado de repetir todos esos lugares comunes — nos obliga a detenernos en lo que nos dispara la larga cita de ese cuento único y eterno de Poe, cuando Dupin relata la clave que da sentido a su intervención, duplicando el engaño al ministro D*** con una pequeña cita, porque no le basta con que descubra el embuste, preanunciando el escrito (1) que Araujo no puede evitar dejar para sus engañados policías, que más allá de sus nulos valores poéticos, nos coloca otra vez de frente a la necesidad imperiosa de repetir con la palabra la acción que aparentemente podría explicarse por si sola, como si fuera imprescindible siempre un suplemento del suplemento, dando lugar a una metonimia incesante destinada a fallar indefinidamente pero sin la cual lo inefable — que por definición no puede ser hablado, contradiciendo estas mismas palabras que acaban de ser leídas — quedaría por siempre sepultado, como en realidad lo está, aún en el empecinamiento que nunca cejará en señalarlo, como el dedo del San Juan Bautista de Leonardo, que no puede parar de apuntar para ser hablado, una y otra vez abriendo el espacio de un nuevo fracaso y un nuevo intento.

(1) “En Barrio de Ricachones
Sin Armas ni Rencores
Es solo Plata y no Amores”
Celeste Mar
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow