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Manospondylus rating:
3
5.1
29,606
TV Series. Animation. Adventure. Fantasy. Comedy. Kids
A young boy named Ash Ketchum embarks on a journey to become a "Pokemon Master" with his first Pokemon, Pikachu. Joining him on his travels are Brock, a girl-obsessed Rock Pokemon Trainer, and Misty, a tomboyish Water Pokemon Trainer who may have a crush on him. Ash and Co. end up traveling through various regions, including Kanto, the Orange Islands, and Johto, and then enter the Pokemon League competitions there. Along the way, they ... [+]
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- es
June 8, 2016
5 of 6 users found this review helpful
Un defecto que suelo destacar de muchas series es que, dada su popularidad, son alargadas volviéndose tediosas y repetitivas (algo que ocurre tanto en el anime como en la animación occidental y en las sitcoms de éxito). Bien, pues ninguna se acerca lo más mínimo a Pokémon.
Pokémon es la adaptación al anime de la famosa saga de RPGs de Nintendo. Sin embargo, la serie sigue una línea argumental independiente e incompatible con la historia de los juegos, cuenta con multitud de lugares y personajes exclusivos, y es infinitamente más aburrida.
La trama se centra en el insoportable personaje de Ash Ketchum (Satoshi, en el original por el creador de Pokémon) quien, junto a su ratón eléctrico Pikachu, decide lanzarse al mundo para avanzar como entrenador Pokémon hasta convertirse en un "Maestro Pokémon" (sea lo que sea eso). El problema es que, pese a su empeño, en 900 episodios no ha conseguido ningún progreso significativo en esa dirección (en otros ámbitos, Ash es todo un mesías que ha salvado al mundo en todas y cada una de las decenas de películas de Pokémon).
En su infructuoso viaje, Ash va acompañado por dos o tres (según la temporada) amigos. Estos personajes son reemplazados por otros a lo largo de la serie, pero sus sustitutos son cada vez más pueriles, limitándose a repetir los mismos papeles cada vez de peor modo. En cambio, los que por desgracia no desaparecen son los patéticos villanos del Team Rocket: una pareja de ladrones con su Pokémon gato parlante que acostumbran a aparecer con algún mecha que jamás explicarán convincentemente de dónde ha salido, y que no tienen otro objetivo en la vida más que el de robar al Pikachu del protagonista para su jefe (un estereotipo de capo de la mafia llamado Giovanni), a pesar de que el Pokémon ratón es muy común y dicho jefe tiene suficientes recursos como para crear un todopoderoso Mewtwo.
En general, la estructura de la serie se divide en las distintas Ligas Pokémon: Ash llega a una región en la que captura varios Pokémon (las criaturas que dan nombre a este anime y juegos) a fin de conseguir las ocho medallas en combates de gimnasio y poder participar en un torneo final entre todos los entrenadores que han logrado llegar hasta allí. Eso es todo, repetido continuamente. En la región de Kanto, en las Islas Naranja, en Johto, en Hoenn, en Kanto otra vez, en Shino, en Tesselia, en Kalos... Una y otra vez ocurre la misma historia.
Por si fuera poco, al principio los viajes de Ash por una región hasta la competición final de la Liga Pokémon se desarrollaban a lo largo de una temporada (cerca de 50 episodios, lo que equivale a un año de emisión), pero desde Johto cada etapa se extiende durante tres o cuatro temporadas. Es más, tenemos unas tramas tan estiradas que tienen que apresurarse para terminarlas en cuanto sacan un juego nuevo, pues Game Freak tarda menos en completar una generación de los RPGs que Ash en recorrer una región y perder en su respectiva Liga Pokémon.
A fin de rellenar, la mayoría de los capítulos cuentan historias autoconclusivas que se desarrollan casi completamente al margen de la trama principal, repitiendo siempre el mismo esquema: Ash y sus amigos llegan a un lugar (pueblo, granja, laboratorio) donde conocen a alguien (normalmente es o está acompañado por una chica para que alguno de los amigos de Ash pueda babear grimosamente) con un Pokémon más o menos raro y algún tipo de problema. El Team Rocket aparece con algún plan estúpido para robar a dicho Pokémon y al Pikachu del protagonista. Después de repetir su cansino lema, el Team Rocket es vencido (muchas veces por un potente ataque de Pikachu) y salen por los aires (aquí también sueltan una cansina coletilla). De alguna forma, todo se soluciona y Ash y su grupo abandonan el lugar al atardecer mientras el narrador nos recuerda que aún queda mucho (realmente mucho) por delante.
Se supone que el argumento simple y monótono, y los personajes planos se deben a que estamos ante una serie infantil. Y ciertamente es una serie infantil. El problema (otro más) es que no parece tener fin: siempre aparecen nuevas regiones a las que viajar, con nuevos Pokémon, gimnasios y una liga idéntica a las del resto de regiones. De esta forma y puesto que Ash no crece ni envejece la trama puede estirarse hasta el infinito, mientras los jóvenes espectadores a los que va dirigida la serie sí crecen.
No creo que sea posible que alguien reúna la suficiente paciencia como para continuar viendo esta serie durante años y años, o que algún nuevo seguidor decida empezar a verla desde el principio, teniendo por delante cientos de episodios por ver antes de ponerse al día. En mi caso, comencé a ver el anime cuando estaba en primaria y, como no me gusta abandonar una serie a medias, aguanté hasta el final de la liga Hoenn, seis años y 460 episodios después. Y ni la trama había avanzado ni los personajes habían evolucionado lo más mínimo (obviando a algunos Pokémon, entre quienes no está el Pikachu del protagonista, que literalmente "evolucionan"). Años después, y estando ya en la universidad, decidí volver a echarle un vistazo a ver cómo iba todo y el resultado fue, como cabría esperar, que todo seguía exactamente igual: Ash había cambiado de ropa otra vez, de acompañantes, de Pokémon (excepto Pikachu) y de región, pero cualquier episodio era un calco de los que recordaba. Incluso la letra de su 17º opening es, en buena parte, casi idéntica al del 1º.
Este anime está tan hecho a desgana que incluso Satoshi Tajiri (creador de Pokémon) declaró que el manga oficial (escrito por Hidenori Kusaka, sigue una historia diferente, con los personajes de los juegos y una trama más compacta y elaborada) es la historia que él imaginaba para Pokémon y muestra, fuera de los juegos, ese mundo de la forma más apropiada; insinuando que el anime, ya intensamente desgastado por aquel momento, no está a la altura.
(Sigue en el spoiler, sin spoilers)
Pokémon es la adaptación al anime de la famosa saga de RPGs de Nintendo. Sin embargo, la serie sigue una línea argumental independiente e incompatible con la historia de los juegos, cuenta con multitud de lugares y personajes exclusivos, y es infinitamente más aburrida.
La trama se centra en el insoportable personaje de Ash Ketchum (Satoshi, en el original por el creador de Pokémon) quien, junto a su ratón eléctrico Pikachu, decide lanzarse al mundo para avanzar como entrenador Pokémon hasta convertirse en un "Maestro Pokémon" (sea lo que sea eso). El problema es que, pese a su empeño, en 900 episodios no ha conseguido ningún progreso significativo en esa dirección (en otros ámbitos, Ash es todo un mesías que ha salvado al mundo en todas y cada una de las decenas de películas de Pokémon).
En su infructuoso viaje, Ash va acompañado por dos o tres (según la temporada) amigos. Estos personajes son reemplazados por otros a lo largo de la serie, pero sus sustitutos son cada vez más pueriles, limitándose a repetir los mismos papeles cada vez de peor modo. En cambio, los que por desgracia no desaparecen son los patéticos villanos del Team Rocket: una pareja de ladrones con su Pokémon gato parlante que acostumbran a aparecer con algún mecha que jamás explicarán convincentemente de dónde ha salido, y que no tienen otro objetivo en la vida más que el de robar al Pikachu del protagonista para su jefe (un estereotipo de capo de la mafia llamado Giovanni), a pesar de que el Pokémon ratón es muy común y dicho jefe tiene suficientes recursos como para crear un todopoderoso Mewtwo.
En general, la estructura de la serie se divide en las distintas Ligas Pokémon: Ash llega a una región en la que captura varios Pokémon (las criaturas que dan nombre a este anime y juegos) a fin de conseguir las ocho medallas en combates de gimnasio y poder participar en un torneo final entre todos los entrenadores que han logrado llegar hasta allí. Eso es todo, repetido continuamente. En la región de Kanto, en las Islas Naranja, en Johto, en Hoenn, en Kanto otra vez, en Shino, en Tesselia, en Kalos... Una y otra vez ocurre la misma historia.
Por si fuera poco, al principio los viajes de Ash por una región hasta la competición final de la Liga Pokémon se desarrollaban a lo largo de una temporada (cerca de 50 episodios, lo que equivale a un año de emisión), pero desde Johto cada etapa se extiende durante tres o cuatro temporadas. Es más, tenemos unas tramas tan estiradas que tienen que apresurarse para terminarlas en cuanto sacan un juego nuevo, pues Game Freak tarda menos en completar una generación de los RPGs que Ash en recorrer una región y perder en su respectiva Liga Pokémon.
A fin de rellenar, la mayoría de los capítulos cuentan historias autoconclusivas que se desarrollan casi completamente al margen de la trama principal, repitiendo siempre el mismo esquema: Ash y sus amigos llegan a un lugar (pueblo, granja, laboratorio) donde conocen a alguien (normalmente es o está acompañado por una chica para que alguno de los amigos de Ash pueda babear grimosamente) con un Pokémon más o menos raro y algún tipo de problema. El Team Rocket aparece con algún plan estúpido para robar a dicho Pokémon y al Pikachu del protagonista. Después de repetir su cansino lema, el Team Rocket es vencido (muchas veces por un potente ataque de Pikachu) y salen por los aires (aquí también sueltan una cansina coletilla). De alguna forma, todo se soluciona y Ash y su grupo abandonan el lugar al atardecer mientras el narrador nos recuerda que aún queda mucho (realmente mucho) por delante.
Se supone que el argumento simple y monótono, y los personajes planos se deben a que estamos ante una serie infantil. Y ciertamente es una serie infantil. El problema (otro más) es que no parece tener fin: siempre aparecen nuevas regiones a las que viajar, con nuevos Pokémon, gimnasios y una liga idéntica a las del resto de regiones. De esta forma y puesto que Ash no crece ni envejece la trama puede estirarse hasta el infinito, mientras los jóvenes espectadores a los que va dirigida la serie sí crecen.
No creo que sea posible que alguien reúna la suficiente paciencia como para continuar viendo esta serie durante años y años, o que algún nuevo seguidor decida empezar a verla desde el principio, teniendo por delante cientos de episodios por ver antes de ponerse al día. En mi caso, comencé a ver el anime cuando estaba en primaria y, como no me gusta abandonar una serie a medias, aguanté hasta el final de la liga Hoenn, seis años y 460 episodios después. Y ni la trama había avanzado ni los personajes habían evolucionado lo más mínimo (obviando a algunos Pokémon, entre quienes no está el Pikachu del protagonista, que literalmente "evolucionan"). Años después, y estando ya en la universidad, decidí volver a echarle un vistazo a ver cómo iba todo y el resultado fue, como cabría esperar, que todo seguía exactamente igual: Ash había cambiado de ropa otra vez, de acompañantes, de Pokémon (excepto Pikachu) y de región, pero cualquier episodio era un calco de los que recordaba. Incluso la letra de su 17º opening es, en buena parte, casi idéntica al del 1º.
Este anime está tan hecho a desgana que incluso Satoshi Tajiri (creador de Pokémon) declaró que el manga oficial (escrito por Hidenori Kusaka, sigue una historia diferente, con los personajes de los juegos y una trama más compacta y elaborada) es la historia que él imaginaba para Pokémon y muestra, fuera de los juegos, ese mundo de la forma más apropiada; insinuando que el anime, ya intensamente desgastado por aquel momento, no está a la altura.
(Sigue en el spoiler, sin spoilers)
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Existe un segundo anime de apenas 4 episodios que se desarrollan al margen, Pokémon The Origin (Pokémon: los orígenes), que constituye un pequeño ejemplo de cómo debía haberse hecho esta serie desde el principio: con temporadas independientes centradas en cada generación de juegos, ciñéndose al canon de los mismos, con sus personajes e historias, escenarios e incluso soundtrack. Con un ritmo más ágil y sin episodios superfluos en los que no avanza la trama y no aportan nada.
Sin embargo, nos encontramos ante un producto de escaso atractivo. No destaca ni por su dibujo ni por su animación. No contentará a los seguidores del juego no sólo porque no sigue su trama, sino porque ni siquiera respeta la mitología Pokémon, cambiando aspectos fundamentales de las leyendas y eventos importantes (más aún en las películas). Tampoco aprovecha las posibilidades que los juegos ofrecen a la hora de los combates (la crianza y estrategia) y en su lugar Ash gana de casualidad o por combos completamente inverosímiles (por ejemplo, llegando a vencer con los ataques eléctricos de su Pikachu a Pokémon de tipo tierra, inmunes a la electricidad o inventándose movidas como armaduras eléctricas y cosas por el estilo). Abandona subtramas a medias (la GS Ball, el padre de Ash...) con la esperanza de que las olvidemos. Y añade cientos de insulsas subtramas de un episodio, limitando su difusión a un público infantil que crecerá mucho antes de que la serie concluya.
Si se hubiera adaptado directamente la historia de los RPGs, como se hizo en Pokémon The Origin, o se hubiese intentado hacer algo más complejo como en el manga de Hidenori Kusaka, huyendo de los capítulos vacíos y evitando la repetición de las mismas fórmulas, tendríamos un anime mucho más interesante. Por contra, tenemos una serie cuyo visionado supone tal pérdida de tiempo que pocos se atreverán a ver completa.
Por último, me gustaría hacer alguna alusión a aquellos que tachan esta serie de inapropiada por su supuesto contenido violento o por incitar a la violencia contra los animales (un asunto que levantó cierta polémica en su día y que aún reaparece de tarde en tarde). En primer lugar, los Pokémon obviamente no son animales, aunque muchos están basados en animales, y en segundo lugar dichos combates, lejos de ser brutales peleas, más parecen una inofensiva competición sin sangre ni víctimas. En ese sentido, no creo que se pueda criticar a Pokémon sin caer en el ridículo.
Además, a veces, algunos adultos toman a los niños y niñas por seres imbéciles incapaces de distinguir la realidad de una serie de dibujos, cuando, salvo casos muy extremos, esto nunca es así. No al menos a las edades a las que está enfocada esta serie (entre 6 y 12 años). En cuanto a mí, como he mencionado antes, vi este anime durante años en mi infancia y he jugado a los RPGs desde la tercera generación. Respetaba a los animales (todos, desde trichoplax hasta nuestra propia especie) antes, durante y después de verla; soy contrario a cualquier acto de crueldad y no disfruto, ni defiendo esas mal llamadas "fiestas" y "deportes" cimentados en el sufrimiento. Sin duda, mucho más de lo que podrán decir la mayoría de esos ignorantes que afirman que Pokémon hace apología del maltrato animal. Así que diría que la serie tampoco ejerce una influencia tan negativa. Insisto en que aburre, pero no vicia ni corrompe.
Aspectos positivos: Muy al principio, cuando todo era nuevo, la serie tenía cierto encanto y podía resultar entretenida. Ensalza valores como la amistad y el compañerismo, el trabajo y el esfuerzo, claro que no es, ni mucho menos, algo exclusivo de esta serie (de hecho es increíblemente frecuente en el manganime).
Aspectos negativos: La trama estirada, redundante, simple y vacía. Protagonista que no progresa y secundarios desechables. Más de la mitad de los capítulos carecen de la más mínima importancia. Y el desenlace parece que no va a llegar jamás.
Puntuación: 3
Sin embargo, nos encontramos ante un producto de escaso atractivo. No destaca ni por su dibujo ni por su animación. No contentará a los seguidores del juego no sólo porque no sigue su trama, sino porque ni siquiera respeta la mitología Pokémon, cambiando aspectos fundamentales de las leyendas y eventos importantes (más aún en las películas). Tampoco aprovecha las posibilidades que los juegos ofrecen a la hora de los combates (la crianza y estrategia) y en su lugar Ash gana de casualidad o por combos completamente inverosímiles (por ejemplo, llegando a vencer con los ataques eléctricos de su Pikachu a Pokémon de tipo tierra, inmunes a la electricidad o inventándose movidas como armaduras eléctricas y cosas por el estilo). Abandona subtramas a medias (la GS Ball, el padre de Ash...) con la esperanza de que las olvidemos. Y añade cientos de insulsas subtramas de un episodio, limitando su difusión a un público infantil que crecerá mucho antes de que la serie concluya.
Si se hubiera adaptado directamente la historia de los RPGs, como se hizo en Pokémon The Origin, o se hubiese intentado hacer algo más complejo como en el manga de Hidenori Kusaka, huyendo de los capítulos vacíos y evitando la repetición de las mismas fórmulas, tendríamos un anime mucho más interesante. Por contra, tenemos una serie cuyo visionado supone tal pérdida de tiempo que pocos se atreverán a ver completa.
Por último, me gustaría hacer alguna alusión a aquellos que tachan esta serie de inapropiada por su supuesto contenido violento o por incitar a la violencia contra los animales (un asunto que levantó cierta polémica en su día y que aún reaparece de tarde en tarde). En primer lugar, los Pokémon obviamente no son animales, aunque muchos están basados en animales, y en segundo lugar dichos combates, lejos de ser brutales peleas, más parecen una inofensiva competición sin sangre ni víctimas. En ese sentido, no creo que se pueda criticar a Pokémon sin caer en el ridículo.
Además, a veces, algunos adultos toman a los niños y niñas por seres imbéciles incapaces de distinguir la realidad de una serie de dibujos, cuando, salvo casos muy extremos, esto nunca es así. No al menos a las edades a las que está enfocada esta serie (entre 6 y 12 años). En cuanto a mí, como he mencionado antes, vi este anime durante años en mi infancia y he jugado a los RPGs desde la tercera generación. Respetaba a los animales (todos, desde trichoplax hasta nuestra propia especie) antes, durante y después de verla; soy contrario a cualquier acto de crueldad y no disfruto, ni defiendo esas mal llamadas "fiestas" y "deportes" cimentados en el sufrimiento. Sin duda, mucho más de lo que podrán decir la mayoría de esos ignorantes que afirman que Pokémon hace apología del maltrato animal. Así que diría que la serie tampoco ejerce una influencia tan negativa. Insisto en que aburre, pero no vicia ni corrompe.
Aspectos positivos: Muy al principio, cuando todo era nuevo, la serie tenía cierto encanto y podía resultar entretenida. Ensalza valores como la amistad y el compañerismo, el trabajo y el esfuerzo, claro que no es, ni mucho menos, algo exclusivo de esta serie (de hecho es increíblemente frecuente en el manganime).
Aspectos negativos: La trama estirada, redundante, simple y vacía. Protagonista que no progresa y secundarios desechables. Más de la mitad de los capítulos carecen de la más mínima importancia. Y el desenlace parece que no va a llegar jamás.
Puntuación: 3