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United States United States · Chicago
Donald Rumsfeld rating:
6
TV Series. Thriller. Drama TV Series (2008-2013). 5 Seasons. 62 Episodes. Breaking Bad follows protagonist Walter White (Bryan Cranston), a chemistry teacher who lives in Albuquerque, New Mexico, with his wife Skyler (Anna Gunn) and teenage son (RJ Mitte) who has cerebral palsy. White is diagnosed with Stage III cancer and given a prognosis of two years left to live. With a new sense of fearlessness based on his medical prognosis, and a desire to secure his ... [+]
Language of the review:
  • es
March 13, 2015
13 of 18 users found this review helpful
Breaking Bad tiene un punto de partida y un desarrollo posterior extraordinariamente similar al de Lost o al de la mayor parte del cine mainstream; no es tanto una cuestión argumental como una cuestión formal: ambas series han sido -diseñadas- con un objetivo en mente, el más habitual: captar al mayor número posible de telespectadores, sin importar sexo, nivel cultural (no mucho), estado civil o nacionalidad, y "engancharlos" a cualquier precio. Y, por eso mismo, ambas son "series para las masas" que raramente se atreven a desafiar al espectador en terrenos morales, argumentales o formales; lo cual las diferencia radicalmente de otras como The Wire, The Sopranos o Deadwood (quizás la serie mas brutalmente anticomercial filmada por una gran productora en los EUA).
Ya desde el primer capítulo queda claro que el mecanismo fundamental para "enganchar" al espectador será el más accesible de cuantos hay: la empatía (o su ausencia) hacia los diferentes personajes que la irán poblando. Por si quedaran dudas se nos cuenta que el personaje principal es un profesor, alguien con quien el espectador/consumidor se puede identificar de entrada, que, además, tiene una enfermedad grave y muy común. La premisa es la siguiente: un tipo normal, alguien de la "clase media" atrapado en una situación de alto voltaje emocional que promueve la identificación con él desde el primer minuto, mediante una estructura de thriller dramático con, inevitablemente, altas dosis de manipulación emocional. Resumiendo: suspense más empatía; thriller más identificación. Nada nuevo bajo el sol.
Lo novedoso de la serie, su gran logro, ay, apenas explotado, es que ese personaje de "clase media" en realidad no es tal. A la hora de la verdad, pese a todo el poderío tecnológico-militar estadounidense (vive al lado de Los Álamos...), cuando llega la enfermedad no puede costarse el tratamiento, quedando así manifiesto el abandono, la vulnerabilidad y la desprotección de los individuos estadounidenses (que no ciudadanos...) ante sucesos elementales (llámese Katrina o Cáncer) de "fácil" tratamiento. Por momentos la serie muestra clara y repetidamente que la "clase media" ha desparecido -si es que alguna vez existió como tal y no como simple negación de la propia lucha de clases. Y afirma implícitamente que si no lo puedes pagar, aunque hayas sacrificado noblemente tu talento en aras de llevar la educación, ¿y qué puede haber más noble?, al pueblo, por lo demás tampoco muy interesado, te mures y punto. Es decir, si no tienes dinero, aunque existan los medios, te jodes y agonizas. Lo mismo da si eres estadounidense que bosquimano. Si no tienes dinero, no existes.
Poseo luego existo. Domino luego soy. Conocer es dominar. Conocer es poder. Todos los personajes relevantes de la serie, incluido el protagonista, viven atrapados explícitamente bajo este absurda concepción del ser como tener y el conocimiento como dominación. Una vez curado, el profesor sigue en el negocio porque descubre que así sí es alguien, que así sí se le respeta (obviamente aquí el motor implícito es la necesidad de autoaprobación de aquel que a pesar de estar desamparado ha sido convertido en el responsable de su destino...) Ni el profesor ni ninguno de los protagonistas de "clase media" (la serie, dado que funciona mediante la identificación, tampoco) atisban a ver que lo realmente pernicioso no es el hecho de fabricar drogas o consumirlas, si no los mecanismos que nos pueden empujar a ello, lo permiten y lo fomentan. Oh, Álvaro Uribe. Oh, El pentágono. Oh, The Wire...
Así la serie queda lastrada en este punto por su escrupulosa moral de "clase media", y, como consecuencia, frecuentemente personajes y situaciones rozan el ridículo más hollywoodiense. Las drogas son malas porque sí. Las fuerzas de seguridad, personificadas en el absolutamente inverosímil e incorruptible concuñado (más propio de una novela de Victor Hugo que del siglo XXI), se encargan, estos sí, de "protegernos" noblemente, y de esto sí, de semejantes "perversiones". La propia familia del protagonista se niega en redondo a aceptar la actuación de él. Lo malo es aquí un absoluto sin el más rudimentario gris. Oh, The Sopranos. Oh, The Wire...
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
Donald Rumsfeld
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