En mi opinión, una de las mejores películas de los años noventa. Muy buena.
Spoiler:
Gran guión que muestra magistralmente como unos chicos con buenos sentimientos pero un tanto gamberros son internados en un reformatorio en el que sufrirán abusos físicos y sexuales por parte del personal del reformatorio, lo que les producirá unos trastornos mentales que les marcará el resto de su vida, llevando incluso a algunos de ellos a una vida de delincuencia y vandalismo.
Las interpretaciones son excelentes, con unos niños sencillamente perfectos en sus papeles, unos Bradd Pitt y Dustin Hoffman notables y Kevin Bacon y Robert de Niro sobresalientes. El único fallo de la película es la interpretación de Jason Patric, que hace alarde de sus pocas dotes interpretativas en toda la película.
También excelente el gran Vittorio Gassman en un papel quizás demasado corto, que te deja con ganas de seguir disfrutando con su presencia.