La más conocida de todas las coproducciones europeas de los años 60 en las que participó la productora del inolvidable José Luis Dibildos, Ágata Films. Se trata de una sugestiva y lograda película de aventuras y amores localizada en el marco de la Revolución Francesa que tiene un prólogo muy acertado y una música que tiene el adecuado tono legendario. Nada menos que el mítico Alain Delon se hizo cargo de interpretar el doble papel protagonista, y lo hizo con decoro y una acusada gracia en los gestos que ayudó a hacer más simpático un relato que admite tonos diversos. Christian-Jaque aprovecha perfectamente la belleza de los exteriores donde transcurre la historia, y en las escenas interiores destacan unos notables decorados que están muy bien planificados. La puesta en escena es correcta y las escenas de acción están filmadas con pericia. Respecto al desdoblamiento de personalidad del héroe se puede decir que no está aprovechado del todo y que podía haber dado más de si. Es una película que conserva un encanto muy particular, y ese encanto es inseparable de una época muy concreta por lo que bien puede afirmarse que "El tulipán negro" es una película para nostálgicos.